Obligan a un docente con cáncer a hacer cola para buscarse un sustituto
Un profesor de religión católica de Sevilla, Francisco Javier Romero, ha escrito una carta al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, denunciando la discriminación que, a su juicio, ha sufrido sólo por el hecho de impartir religión católica ya que la consejería de Educación le obliga a hacer el mismo los trámites para buscar un sustituto por encontrarse enfermo de cáncer.
La misiva, a la que ha tenido acceso ABC, explica que, desde el pasado día 22 se encuentra de baja porque está en tratamiento de quimioterapia por ocho tumores.
Sin embargo, en la tarde delpasado domingo recibió una llamada de teléfono de la jefa de estudios de colegio donde trabaja en la que le explicaba que la Delegación de Educación le había negado al director del centro la sustitución porque no estaba siguiendo los cauces «nuevos» marcados por ellos. Según esos cauces, el profesor enfermo debía presentarse en la Delegación de Educación en busca del asesor médico para entregarle un informe en el que conste que estaba en tratamiento de quimioterapia. De ahí debía pasar a otra ventanilla, la de la Seguridad Social para buscar a otra persona y comunicarle que ya había entregado el informe médico. Y después buscar el despacho de personal de secundaria para comunicarle que había cumplido dichos trámites.
Ante las protestas del director del centro, la Delegación de Educación le indicó, según la misiva, que si querían que le sustituyeran debía ir personalmente «por ser profesor de religión católica». E incluso le piden que vaya a la modificación de contrato que se ha hecho a los profesores de religión.
El profesor insiste en que esta de baja por enfermedad y «con un tratamiento bastante desagradable» por lo que tacha de «falta de humanidad» que le obliguen a estar en cola en tres ventanillas para que manden un sustituto a su centro de trabajo. Y eso que, según dice, no puede conducir ni mantenerse mucho tiempo de pie porque sufre mareos e incluso ha tenido que realizar un gran esfuerzo para redactar la carta que envía a Múgica. «No me niego a pasar las inspecciones médicas que así se me soliciten pero no puedo permitir que se juegue con mi dignidad simplemente por ser profesor de religión católica para que manden un sustituto».
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