El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria alerta de que está al borde del colapso

10/11/2008
Actualizado a las 07:12h.

El único juzgado encargado del seguimiento a la población reclusa de Sevilla trabaja casi al doble de sus posibilidades en estos momentos, al 90 % del módulo aconsejado por el Consejo del Poder Judicial y aún será peor porque no ha entrado a pleno rendimiento la nueva prisión de Morón que sólo cuenta en estos momentos con unos 250 presos aunque llegará a albergar a 2.000 reclusos.

Además, la situación tenderá a empeorar en este juzgado de vigilancia a medida que pasen los días porque el año que viene entrará en funcionamiento el CIS (Centro de Inserción Social) con 400 reclusos más a los que hay que unir 50 mujeres de la nueva Unidad de Madres. Este juzgado pasará de controlar como hasta ahora unos 2.100 reclusos de la prisión Sevilla 1 de Mairena del Alcor, el centro psiquiátrico penitenciario y la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, a tener una población reclusa de 4.600 reclusos. Los primeros expedientes de la cárcel de Morón ya se están recibiendo en este juzgado que tramitó el año pasado 5.349 asuntos. A finales del pasado mes de octubre ya se habían registrado más de 4.650 expedientes por lo que este año 2008 el volumen de trabajo será mayor sin la nueva cárcel de Morón y los otros dos centros. Todos estos datos están recogidos en un informe interno remitido al TSJA y al CGPJ donde se habla de «colapso y sobrecarga en este juzgado si no se ponen medios ante lo que se avecina».

A la espera de apoyo

De momento no se ha tomado ninguna medida al respecto, ni se ha producido respuesta alguna. No se ha contemplado la ampliación en la planta judicial con un segundo juzgado para el año 2009 según las previsiones del Ministerio de Justicia y la Consejería de Justicia, ni tampoco se contempla por ahora un magistrado de refuerzo para este juzgado. La titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Sevilla dentro de su actividad debe realizar visitas periódicas a todos los centros penitenciarios para entrevistarse con los presos y resolver sobre permisos, quejas y partes de los internos, un trabajo que se duplicará a corto plazo y que llevará a este juzgado a una situación de «colapso» según el informe pormenorizado de esta jurisdicción.

Con tantas visitas a centros, con recorridos a veces por la provincia donde se encuentran, y el aumento de internos la situación se complicará no sólo para la juez y el secretario judicial sino para toda la plantilla de este juzgado. Por ejemplo, dada la importancia que tiene el control de los permisos de los internos y su trascendencia, una de las actividades de este juzgado es resolver el acuerdo «denegatorio del permiso por parte del centro penitenciario para un preso».

La gran cantidad de asuntos que van llegando a este juzgado podría afectar a estas resoluciones, Según fuentes judiciales, es necesario que cuanto antes entre en funcionamiento el segundo juzgado de vigilancia o, en el peor de los casos, que se tomen medidas de refuerzo para evitar que se produzca un colapso a corto plazo. Poco a poco crecerá la población reclusa en nuestra provincia y sólo existe un único juzgado para esta materia. También es preocupante la incidencia que se producirá en la sección de la fiscalía de vigilancia penitenciaria de Sevilla donde el grupo de fiscales que llevan este área también verán incrementadas las tareas sobre la población reclusa y la actividad del Ministerio Fiscal.