Una bomba... de hachís

Los indicios, como las apariencias, también engañan. La policía local de Granada sospechó ayer durante unos minutos que había atrapado a cuatro terroristas al descubrir en su coche bombonas abiertas por la base e instrumentos de soldar y en su mochila una sustancia envuelta en papel celofán que, en lugar de goma dos, era hachís. Para alivio de los agentes el caso tuvo s relación con el tráfico de drogas y no con el coche bomba.

Una llamada telefónica alertó a la policía local a las 3,30 de la madrugada de que se cometía un robo de vehículos en su jurisdicción. La patrulla que se desplazó hasta la zona dio el alto a cuatro jóvenes sospechosos que estaban ante un coche. Según informa el gabinete de prensa de la policía, al inspeccionarlo se llevaron una inquietante sorpresa: en su interior había dos bombonas de gas abiertas por la base, así como instrumentos para cortar hierro y soldarlo. La posibilidad de que planearan un atentado tomó forma, por lo que por un momento los agentes creyeron estar ante terroristas en lugar de ante rateros.

La sospecha creció tras negarse tajantemente uno de los jóvenes a entregar la mochila que portaba. Y se tornó casi en certeza cuando, tras arrebatársela, en su interior descubrieron una sustancia envuelta en papel celofán. Era hachís, pero por un momento creyeron que era materia explosiva. Para entonces había llegado otra patrulla de refuerzo.

Una bombona rellena de explosivo tiene un efecto devastador, pero en realidad los jóvenes detenidos, 2 españoles y 2 italianos, no pretendían usarla para atentar sino para guardar 6,7 kilos de hachís