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El Comité Nacional Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) recomendará a la Unesco que inscriba a los monumentos sevillanos catalogados como patrimonio de la Humanidad de Sevilla en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro si la ciudad decide seguir adelante con el proyecto de construcción de la torre Pelli, el rascacielos de 178 metros que Cajasol promueve en la Cartuja.

En un informe demoledor de 30 páginas, este organismo internacional, asegura que la protección de los bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial (Catedral-Giralda. Alcázar y Archivo de Indias) es incompatible con la construcción de la torre, y en los dos primeros casos «será prácticamente irreversible».

Los expertos que han elaborado el informe convienen que «el nuevo modelo que inaugura la verticulación de la ciudad» es un atentado por contaminación visual contra su paisaje urbano «uno de los más singulares de España». Entre otros aspectos, observan que la Giralda dejará de ser el principal referente paisajístico de la ciudad y que la torre Pelli romperá con una clave paisajística que se remotan al siglo XII. La imagen del conjunto histórico dejará de ser protagonista para convertirse en un hermoso telón de fondo desde el rascacielos. «Es la subversión de los valores culturales: el paisaje histórico de la ciudad al servicio de un proyecto urbanístico y no al revés», comenta el informe.

El proyecto, que no ha sido acompañado de ningún informe objetivo e independiente sobre su impacto en el paisaje y patrimonio de la ciudad, según Icomos, contraviene la actual Ley de Patrimonio de Andalucía y la precedente que estaba vigente en los albores del proyecto. Igualmente contraviene diversos textos básicos para la gestión del patrimonio mundial, como la Carta de Venecia, la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972), las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial. Recomendación de Nairobi 1976;a Carta Internacional para la Conservación de Ciudades Históricas y Áreas Urbanas Históricas (carta de Toledo-Washington 1987) y el Convenio Europeo del Paisaje (2000). Y por último, el proyecto resulta incongruente con el propio Plan General que ha servido de aval a Urbanismo para legalizarlo.

Por tanto, Icomos pide al Ayuntamiento que suspenda la licencia del proyecto por su «impacto irreversible», le insta a cohesionar de forma real el espíritu del PGOU con las propuestas urbanísticas que emanan de él y de paso le anima a promover la mejora de la inscripción de Sevilla en la Lista de Patrimonio ampliando el sector y proponiendo la incorporación de otras piezas de gran valor como la Torre del Oro, la Casa de la Moneda o los Venerables, de la forma en la que ya lo han hecho otras ciudades andaluzas como Granada o Córdoba.

No son las únicas consideraciones al Ayuntamiento. Icomos advierte de que «durante los últimos años, se asiste a una trayectoria errática en la gestión del patrimonio cultural de la ciudad». Al tiempo, desmonta el argumento tantas veces sostenido por el alcalde de la modernidad del proyecto en un ciudad refractaria a los cambios, cuando señala que «la modernidad de una ciudad debe medirse en muchos parámetros y no exclusivamente en los arquitectónicos que tienden a veces a enmascarar problemas socioeconómicos muy graves.

Igualmente pide «contundencia y claridad» a la Consejería de Cultura ante propuestas como ésta, destacando su pasividad e inhibición ante «una de las peores agresiones anunciada contra el patrimonio histórico español de la época democrática». a pesar de ser el máximo órgano responsable del Patrimonio Cultural andaluz, En este sentido, destaca la preocupación del organismo internacional porque el contexto legal de protección del patrimonio histórico en Andalucía no asegura la adecuada tutela de ese patrimonio. Así, pone en evidencia la paradoja que supone que la Ley de Patrimonio sea muy sensible a la contaminación visual del patrimonio por elementos como cables, carteles etc. y sea incapaz de impedir la construcción de una torre de 178 metros junto a un casco histórico del valor patrimonial del de Sevilla.

Icomos recuerda que la propia consejera de Cultura, Rosa Torres, al inicio de la legislatura anunció que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico acometería estudios para la formulación de una propuesta de gestión patrimonial y de declaración del Paisaje Urbano Histórico de Sevilla como Patrimonio Mundial.

Por último, además de pedir al Ministerio que intervenga en la polémica, Icomos recomienda a Cajasol que renuncie al proyecto de la torre Pelli.

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