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La Policía Local hizo la «vista gorda» a la hora de multar a ciclistas y gorrillas

La Policía Local hizo la «vista gorda» a la hora de multar a ciclistas y gorrillas

El Ayuntamiento de Sevilla había anunciado que ayer, coincidiendo con la entrada en vigor del Plan de tráfico de navidad, el Ayuntamiento pondría en marcha medidas para restringir la circulación de bicicletas por zonas peatonales, tal como obliga la sentencia del TSJA que tumbó hasta siete artículos de la norma municipal que no tuvo en cuenta que tal circunstancia contradice a la Ley de Tráfico.

También ayer había anunciado el delegado de Convivencia y Seguiridad, Alfonso Mir que se sancionaría finalmente a los gorrillas tras haber pasado ya algún tiempo de la entrada en vigor de la ordenanza que prohibe ésta práctica.

No lo saben

Pues bien, a pesar del anuncio, esas prácticas no sólo se siguen sucediendo en la ciudad sino que los usuarios ni se han enterado de que existe la ordenanza. La Policía Local, mientras, no tenía íordenes expresas de sus mandos. Así lo confirmaron ayer agentes del Cuerpo a ABC, si bien fuentes del Ayuntamiento de Sevilla aseguraron que los efectivos estaban velando por el cumplimiento de la normativa pero que hasta hoy no se podría ofrecer un balance de los requerimientos que habían efectuado.

Por su parte, otros agentes, pero de la Policía Nacional que ayer patrullaban la ciudad comentaban con ecepticismo que «esa ordenanza no sirve de nada porque los gorrillas son insolventes y los juzgados se van a llenar de papeles». A esa conclusión llegó no hace mucho el Ayuntamiento de Valencia que, aunque en 2007 multó en un solo mes a más de un centenar de gorrilllas en la zona de playas hace ahora ha decaído en su empeño ante la ineficacia de una solución plantada exclusivamente en sanciones.

Lo que más llamó la atención en la jornada de ayer es cómo los ciclistas se paseaban a sus anchas delante de los policías por zonas peatonales y céntricas e incluso por una acera tan transitada como es el puente de Los Remedios por donde enfilan o salen del carril bici de La Palmera sin el menor recato sorteando peatones que han de esquivar ruedas, manillares y algún que otro insulto.

La Puerta de Jerez no se queda atrás, especialmente por la cantidad de personas mayores y carritos de niños pequeños que se dan cita en los bancos al sol de media mañana enmedio de un enjambre de bicicletas que a más de uno de la ha dado un susto.

Por la calle San Fernando, detrás del tranvía, por sus mismas vías, las bicis toman posición y al llegar a la avenida aceleran la marcha aprovechando más de uno el cerco que le hacen los viadantes por miedo a un percance.

«¿Qué yo no puedo ir por aquí?», se espantaba una muchacha a la altura de lo que era el Coliseo España y ponía cara como si de una broma se tratase, como si fuese natural que bicicletas y peatones circularan por la misma vía. «Pues es la primera noticia que tengo no sé nada de eso que me habla. En fin... mientras no me cojan», decidió.

En la Plaza de Cuba, una pareja se acercaba a la parada de bicletas de alquiler: «No, no está prohibido —aseguraba convencida ella— sólo por el centro, por las calles más transitadas y ahora que es Navidad».

Por plena Virgen de Luján, un joven no sabía siquiera qué era una resolución firme; en el puente de Los Remedios, otro usuario, respondió que «hay muchas cosas que controlar antes que a nosotros», y cerca de la Universidad aseguraron que «nos acaba de ver un patrullero y ha pasado de largo así que no sé a qué se refiere».

Los peatones consultados no ocultaron su indignación y el temor, sobre todo de sufrir alguna lesión y que ninguna compañía de seguros se haga cargo de la indemnización que les corresponde.

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