Viernes, 02-01-09
DE lo que se trata, por lo visto, es de que 2009 pase lo más rápidamente posible, de tal manera que ni nos demos cuenta de que lo estamos viviendo y sí de que ya lo hemos vivido, que creamos que ha sido un sueño pasajero y poco más. Pasa como con algunas guerras y algunos ciudadanos privilegiados: los que disponen de medios se ausentan del país en conflicto armado hasta que pasa la contienda y se escribe la paz, que dicen los clásicos, volviendo cuando todos se lamen las heridas y cuando han callado los obuses. Con esta crisis ya quisiéramos que ocurriera: ¡me voy a Marte y vuelvo con las uvas!. Ni por esas. 2009, dicen los más cenizos, los realistas de siempre y los optimistas eventuales, nos lleva a la depresión. Puede que, incluso, a la deflación, a una crisis en L de rabo largo a la japonesa. ¿Y eso por qué? ¿por qué son así los anunciadores de futuros inmediatos? Los analistas más sesudos lo explican de forma sencilla: el 2008 ha sido el peor año económico desde la llegada de la democracia, se ha creado poco empleo y se ha destruido mucho -en España, curiosamente, creciendo al 2%, se destruyen puestos de trabajo-, la Bolsa ha perdido nada menos que el 40% y no se tiene ni idea de cuándo será capaz de remontar tales pérdidas, sustituir al ladrillo como fuente de crecimiento no será fácil ya que semejantes cosas no se improvisan, los bancos se comportan como si no les hubiesen inyectado dinero y no se sabe durante cuánto tiempo van a seguir con el puño herméticamente cerrado, ya no se va a seguir recibiendo ayudas de la UE pues teóricamente hemos dejado de ser un país pobre y debemos ahora ayudar a otros más pobres que nosotros, el déficit -impuestos del futuro- puede llegar al 5%, el consumo no despega y el sector servicios -que vive de los que tienen empleo y consumen- también cae... Y por si todo esto fuera poco, nadie parece tener la receta mágica para salir del lío y las pocas buenas noticias de las que alegrarse, como la bajada del petróleo o la del precio del dinero, aún no han traspasado el filtro que permite el beneficio del consumidor.
Cuando acabe 2009 podremos calificar la labor de quienes nos gobiernan, pero una convicción generalizada coincide en señalar que para afrontar situaciones de este calado es necesario un gobierno fuerte y sólido, que son dos características cuando menos mejorables en el gabinete de ZP. Es preciso, ciertamente, un gobierno enérgico que no niegue los factores endémicos de nuestra economía y que se disponga a efectuar las reformas estructurales necesarias para afrontarlos. Hasta ahora, el gobierno de España ha capeado el temporal con medidas coyunturales semejantes a las de otros países de nuestro entorno, pero el efecto sobre el futuro mediato aún está por ver. No parecen incorrectas, a decir de los analistas, pero sí incompletas. ¿Será 2009 el año en el que el gobierno se haga mayor?
Si a lo anteriormente expuesto sumamos el nuevo plan de financiación presentado por Solbes, que más que una política de Estado da la impresión de ser un carrusel festivo de favores y fondos de corrección, el deseo de celebrar la entrada de 2010 aumenta. Quizá cuando conozcamos las cifras reales del reparto nos cuadren las cuentas, pero a primera vista todo parece indicar que el sudoku se ha hecho para solventar un estatuto, el catalán, a cuyos beneficiarios -Montilla y Castells ya lo han advertido- ni siquiera contenta, en una clara desconexión con unos presupuestos desfasados y difícilmente útiles y sin un plan integral negociado con todos los grupos políticos como aconseja la situación. Osea, todo estupendo.
Sostiene el presidente que a mediados del 2009 comenzará la recuperación económica y despertaremos de la pesadilla, es decir, que la crisis no será en L sino en U, pero no ofrece datos convincentes para confiar plenamente en ese aserto. Es simplemente una cuestión de fe. Cuenta a su favor con que la sociedad española parece aturdida y narcotizada por el golpe de este 2008 cruel y no parece lo suficientemente excitada como para reclamar los grandes cambios que son necesarios en nuestras estructuras. Veremos qué ocurrirá si a los ciudadanos les da por tomar las calles pidiendo explicaciones y convirtiendo el tránsito de este año en un pequeño infierno doméstico. Si estuviera gobernando el PP es fácil pensar lo que se estaría viviendo.
PD: el gobierno ha indultado a Jose Antonio La Hoz Uranga, abogado del PNV y ex jugador de fútbol, condenado a 8 años por participar en el secuestro de Andrés Gutiérrez. ¿Alguien sabe qué hay detrás de ello?

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