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Se cargan la calle Asunción

Para la calle Asunción no ha habido ni antiguo Lunes de Resaca, ni pereza postferial, ni nada. Se empeñaron en cargársela y se la van a cargar con mucho cuidadito, en plan José María del Nido: «Sí o sí». Por un supremo argumento: porque nos sale de las narices. Aunque los comerciantes protesten y los vecinos cuelguen sus balcones con las pancartas del «no». Es que hay pancartas y pancartas. No es lo mismo una pancarta llevada por el niño de Lucía Bosé con el «no a la guerra», que a ése lo hacemos Hijo Predilecto de la Provincia de Sevilla, que una pancarta colgada por un vecino en su balcón de la calle Asunción con el «no a la peatonalización», que a ése lo hacemos Hijo de... (complete usted mismo la frase).

Es que les faltó tiempo a los tíos. En cuanto se apagaron los fuegos artificiales, ¡hala!, cortaron per secula seculorum Asunción. Dicen que 12 meses para las obras de renovación de las tuberías de Emasesa y otros 6 meses para las de peatonalización propiamente dichas. Sumen: año y medio como mínimo Asunción cortada. Que serán dos años tirando corto. ¿Se acuerdan de Virgen de Luján cortada por el aparcamiento subterráneo y de República Argentina cortada por las obras del Metro? Asunción será la tercera edición de estas ruinas comerciales de Los Remedios. ¿Cuántos comercios cerraron en Virgen de Luján, cuántos en República Argentina? ¿Y cómo no tuvieron en cuenta estos precedentes antes de perpetrar esta agresión contra una calle que ya no será lo que era, y que quién sabe cómo saldrá de las obras, y si la peatonalización resultará o no resultará?

Dijeron que para peatonalizar Asunción iban a esperar los resultados visibles del enlace del Metro en la Plaza de Cuba. Tararí. El Metro lleva solamente un mes funcionando, y no puede saberse cómo influye en Asunción. Porque ha sido un mes absolutamente atípico, entre Semana Santa y Feria. Cómo influya el Metro sobre la cotidianidad de Asunción tendríamos que verlo ahora, sin Semana Santa y Feria. Pero la calle, ay, ya está cortada, sin esperar resultados. Sin escuchar a nadie. Porque les da la gana.

Y esta locura contra la voluntad de los afectados por el total corte de circulación se hace, además, con la crisis en todo lo alto. Con un sentido común digno de todo elogio, el Ayuntamiento ha aplazado de momento el previsto traslado de la Feria al Charcolapava. Rosamar Prieto-Castro ha dado un recital de cordura y buen gobierno al decir: «No voy ahora a negociar los 40 millones que cuesta el traslado con la crisis que sufrimos». Óle. ¿Pero por qué no aplicáis ese mismo criterio a la calle Asunción, hijos míos? Con la crisis que sufrimos, ¿por qué gastarse un dineral en algo que la gente ni ha pedido, ni necesita, ni quiere y a lo que encima se opone? No hablo sólo de comerciantes y vecinos. ¿Han escuchado el parecer de los taxistas sobre el cierre de Asunción? Porque esto no es la peatonalización, qué peatonalización ni qué leches: esto es el cierre de la calle Asunción. ¿Es que el sentido común sólo se emplea con el traslado de la Feria al Charcolapava? ¿Por qué no se aplica también al traslado de la calle Asunción a la más absoluta de las ruinas?

Sevilla está cambiando de hábitos por la crisis, y a la Feria vacía en los últimos días y a la disminución de enganches por el Real me remito. Lo que se proyectó antes de la crisis ya no vale ahora, y el Ayuntamiento nos ha dado ejemplo con ese aplazamiento del traslado de la Feria. Ergo lo que pedimos es la charcopavización de la calle Asunción. Que si hacía falta cambiar las tuberías de Emasesa, que se cambien, pero dando lo menos por saco posible. Y que se archive para siempre la locura de la peatonalización de una calle que no ha hecho nada para que se la carguen de esta manera.

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