Nadie rechaza ni un churrasco ni un buen plato de jamón
«Está más que demostrado que los productos derivados del cerdo nunca pueden transmitir la enfermedad, otra cosa sería los animales vivos, pero prohibir la exportación de productos del cerdo no tiene sentido». Así se expresó el presidente de la sección de ibéricos de la Asociación de Industrias de la Carne de España, Julio Revilla, al conocer la decisión de las autoridades rusas de prohibir las importaciones de carne de cerdo y productos derivados procedentes de España debido al brote de gripe A., decisión que puede afectar al 20% de productos del cerdo ibérico que se exportan desde Huelva.
El colectivo que agrupa al sector ya atravesaba una profunda crisis debido al exceso de oferta y a la nueva norma de calidad del ibérico, antes de que a alguien se le ocurriera bautizar como «gripe porcina» el brote del virus H1N1.
En ese sentido coincide todo el sector: es muy importante que a la pandemia se le desligue del término «porcino», por las graves consecuencias económicas que acarreará tanto a los ganaderos como a los industriales de carne porcina. «No es un problema ganadero, sino de salud humana, ya que el virus no es transmitido por el consumo de carne de cerdo. Lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Europea y el Ministerio de Sanidad», señala el presidente de la Asociación de Industrias de la Carne de Huelva, Antonio Carrasco, quien confía en que la clarificación de las noticias sobre la gripe ayude a que no descienda el consumo. «Hay que insistir en que no hay ningún peligro en comer carne de cerdo».
La OMS ha hecho público un comunicado rotundo, en el que se deja claro que «no hay pruebas de que el virus sea transmitido por la comida».
En todo caso, no parece que de momento el sector haya percibido una bajada del consumo: «Aquí no hay tanta histeria y, además de que no existe ninguna razón, ¿por qué vas a rechazar un buen plato de jamón o un churrasco si no pasa nada? Es absurdo».
Francisco Javier Valero, de la Asociación de Cerdo Ibérico, es más pesimista, aunque afirma que «la sanidad animal en Andalucía tiene más garantías que la sanidad humana en México o Rusia». Recordó con pesar lo ocurrido con la «gripe aviar», que supuso un importante descenso en el consumo de carne de pollo: «Ya estamos en una profunda crisis, ya que respecto a 2008 y a cuenta de la situación económica los animales nos lo han pagado un 40% menos. Una nueva bajada de precios por falta de demanda podría ser la puntilla para los ganaderos. Se está jugando con el futuro del sector».
«Del cerdo me gustan hasta los andares». reza el castizo dicho, sobretodo si hay gripe, habría que añadir.
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