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Incompetencia universitaria

Como casi todo, la Universidad también ha crecido en tamaño y ha menguado en calidad. Esto es algo que no va a resolver Bolonia, porque este modelo, adoptado por políticos (ministros y rectores) no sirve a los intereses pedagógicos sino a los mercantiles. Prueba de ello es la terminología empleada, en la que ocupan un lugar preeminente las «competencias». Ya no se trata de adquirir conocimientos orgánicamente ordenados que equipen al individuo para abrirse paso en la vida, en sentido amplio e integral, sino de que sea competente en un nicho de mercado (tómenlo como quieran). Esto, junto con el protagonismo de corte «Operación Triunfo» que se le concede a la soberanía del alumno para decidirlo casi todo, dejando al profesor a los pies de los caballos, dan como resultado, efectivamente, que la Universidad ya no será un lugar de aprendizaje y formación sino un zoco de votos, como la sociedad en general.

Aquí en Andalucía hemos tenido alguna muestra indicativa de por dónde van los tiros de la «nueva universidad» (¿cuántas van desde el 68?). El ejemplo ha saltado en un rito que marca la transición entre la etapa escolar y la superior (aunque ya no sabremos si el Grado pertenece a una o a la otra). Hasta hoy, las Pruebas de Acceso se cuidaban con un esmero y rigor propios de la institución que las convocaba. Este año, todos los alumnos andaluces que se presentaron a la Selectividad se encontraron con un error de bulto de consecuencias imprevisibles en la calificación de sus ejercicios. El primer examen ha consistido hasta hoy y desde que existe este filtro, en un análisis de texto. Se trata de comprobar si el alumno reúne los requisitos básicos para entender lo que lee. Se les ponen dos opciones, generalmente una de un escritor y otra con un texto periodístico. La primera pregunta es siempre, año tras año, la misma: «Escriba un breve resumen del texto». Los preparadores de Bachillerato toman el tenor literal de esta pregunta como un acicate seguro para que el alumno supere el desconcierto lógico en estos trances. Pues bien, los encargados de redactar (muchos ojos y muy competentes) las pruebas de Acceso a la Universidad de la convocatoria de junio de 2009 han cometido el siguiente error: han sustituido en la opción A la palabra «resumen» por la palabra «comentario», que es la que corresponde a la tercera pregunta (la cual es también siempre igual): «Comentario crítico sobre el contenido del texto». ¿Efectos de la Logse o manga ancha boloñesa? Alguien de la organización apareció en uno de los exámenes celebrado en Sevilla y se disculpó «en nombre del incompetente que ha hecho esto». Pues esta es la «competencia» que nos espera.

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