El juez amplía la investigación sobre la «muerte súbita» del bebé chabolista
ABC La madre de la niña fallecida acompañada por familiares del clan de Los Caracoleños y otros parientes en el entierro
Viernes, 31-07-09
Los restos de la pequeña Milagros, que falleció con tan sólo 18 días de vida, fueron ayer enterrados en el cementerio de San Fernando a las 2 de la tarde, hasta donde se desplazaron acompañando al féretro blanco una treintena de sus parientes, la mayoría de ellos chabolistas asentados en Tablada y miembros del clan de Los Caracoleños. La niña fue ingresada el miércoles en el hospital Virgen del Rocío al sufrir convulsiones y síntomas de asfixia.
La vigilia de los familiares a las puertas del Instituto Anatómico Forense acabó a mediodía de ayer, después de informar a los padres, de tan sólo 15 y 18 años de edad, de que la defunción de la niña se debió a un caso de «muerte súbita». De hecho, un adelanto del informe de la autopsia llegó en la noche del miércoles al juzgado de Instrucción número 14 que entiende el caso.
Según confirmaron ayer a ABC tanto fuentes judiciales, como personas cercanas a la familia, la muerte súbita es la causa del fallecimiento que figura en el informe inicial que, por otra parte, no ha satisfecho al juez, quien ha pedido ya una ampliación del informe de la autopsia. Éste se hará según el protocolo reglamentario a partir de las muestras de orina y sangre.
Se da el caso que la pequeña Milagros ha pasado su corta vida en el asentamiento chabolista, donde las condiciones de higiene y salubridad no son las mínimas para adultos, menos para neonatos y ancianos. De hecho, también seguía ayer ingresada Aurora, otra de las mujeres que ha estado viviendo en las chabolas.
En los tres meses que los chabolistas llevan en Tablada ya han nacido cinco niños en el asentamiento, al que llegaron huyendo de las Tres Mil Viviendas, donde algunos tenían casas que abandonaron tras las disputas de este clan, llamado de los Caracoleños, con el de Los Marianos que acabó con la muerte de un menor. Aunque «El Capi», emparentado con Los Caracoleños, padre de Carmen y abuelo de la niña fallecida, tiene un piso en la zona de Las Vegas en las Tres Mil y sigue en él, la joven de sólo 15 años decidió al casarse irse al asentamiento con su marido, José Manuel Jiménez, de la familia de los Penane, que no supera los 18 años de edad.
La subsistencia de estos nómadas en Tablada es cada vez más difícil, especialmente por las altas temperaturas que en estos días registra la capital hispalense, así como porque las autoridades no les dejan ya montar las chabolas con las que empezaron a conformar un poblado, cuando a finales de marzo las 41 familias salieron huyendo de las Tres Mil.
Un portavoz de los afectados, Ángel, dijo ayer a ABC que por la mañana se personaron en el asentamiento dos agentes de Policía «de paisano» y los chabolistas temen por los menores. «Como intenten quitarme a mis nietos se va a liar una buena, porque no vamos a consentir que se lleven a los niños de aquí, ni la Policía, ni un cañón, porque no están desatendidos, ni maltratados», aseguró. Desde hace unos diez días son muy pocos los niños que están en el asentamiento, ya que tras la propuesta del portavoz de IU en el Ayuntamiento, Antonio Rodrigo Torrijos, de ofrecerles piscinas, talleres y escuelas de verano, los chabolistas temen que se los lleven y los ha repartido en casas de familiares.
Aún así, el Ayuntamiento ha convocado para hoy una visita a las instalaciones de Bellavista en las que se pretendía acoger a los niños desde hace un mes para tratar de persuadir a los padres. «Vamos a convocar a varias asociaciones de menores para que nos ayuden a convencerlos», explicó la portavoz municipal, Maribel Montaño.

Enviar a:

¿qué es esto?


Más noticias sobre...