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Las cosas del PER

Después del gorigori que le bordó Burgos y de la lluvia fina que le escribió Barbeito, poco se puede añadir. Se ha ido Muñoz Rojas en silencio. A la intelectualidad pensante y trincante no le interesan Las cosas del campo, la obra maestra que nos sirvió para aprender lo que el campo enseña en su desnudez sin tiempo. Muñoz Rojas vivió en ese exilio interior de los que se dedicaron a contemplar la vida desde la soledad de la literatura. No hay zanjas que reabrir ni demagogias que publicar. No hay huesos que arrojarle al enemigo.

El campo andaluz ya no es el que describe Muñoz Rojas con una precisión a la que sólo han llegado los grandes. El campo se ha convertido en un filón electoral, en un terreno abonado para el clientelismo. Del señorito que iba a caballo, al político que firma peonadas ficticias. Del jornalero que trabajaba de sol a sol, al parado profesional que rechaza el tajo porque le trae más cuenta vivir del subsidio: el mismo ministro Corbacho lo ha reconocido y además lo ha justificado.

«Da gloria tras tanto campo arado, tras tanto olivo compuesto, tras tanto surco ordenado, tras tanto habar sin libertad, este puro reino de la libertad y la hermosura que son las herrizas». Las palabras que escribió Muñoz Rojas hace más de sesenta años cobran un nuevo y viejo sentido. El Régimen se ha encargado de roturar Andalucía, de meterla en el surco de la prebenda, de cultivar el habar del subsidio para cargarse el hablar libre que tan poco se estila por estas tierras. Sólo nos quedan las herrizas de la libertad que se alzan en las cumbres de los cerros, en ese lugar donde el engaño no es posible porque la vista nos muestra una Andalucía entregada al poder, sumisa como siempre, cobarde como nunca: jamás hubo tantas posibilidades para alzar la voz.

A lo largo de estos treinta años han colmatado el Aljarafe sevillano, han deshilachado el escaso tejido industrial que había, han llenado de hormigón la Costa del Sol… Y han convertido el campo andaluz en una reserva electoral, en un granero fiel que les permite manejar el presupuesto con el único fin de mantenerse en el cortijo de San Telmo. Si Andalucía sigue a la cola, ¿qué más da? El caso es mandar. Se ha ido Muñoz Rojas y se ha llevado a su silencio sideralLas cosas del campo. Los nuevos señoritos están escribiendo la versión bufa y picaresca: Las cosas del PER.

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