Actualizado Jueves , 17-12-09 a las 12 : 00
Hace tan sólo un par de meses, los astrónomos anunciaban el descubrimiento de Corot 7-b, un planeta «gemelo» de la Tierra situado a unos 400 años luz. El hallazgo fue celebrado por científicos de todo el mundo, al demostrar que fuera de nuestro Sistema Solar pueden existir mundos parecidos al nuestro y, quién sabe, vida en alguno de ellos. Ahora, un equipo internacional de investigadores liderado por expertos de la Universidad de Harvard en Cambridge ha dado de nuevo en la diana. Los especialistas han encontrado un nuevo exoplaneta casi a la vuelta de la esquina, a tan sólo 40 años luz. Denominado GJ 1214b tiene una masa seis veces superior a nuestro gran hogar.
El descubrimiento, publicado en la revista Nature, abre nuevas perspetivas en la búsqueda de mundos habitables. El planeta gira alrededor de la estrella GJ 1214 y es visible cuando cruza la cara de su estrella. Aunque la masa del planeta es superior a la de Corot-7b, su radio es mucho más largo (y siete veces superior a la de la Tierra), lo que lleva a pensar que su composición es bastante diferente. Mientras Corot-7b tiene probalmente un núcleo rocoso y está cubierto de lava, los astronómos creen que las tres cuartas partes de GJ 1214b se componen de agua helada. El resto es silicio y hierro.
Más que caluroso El planeta orbita su estrella una vez cada 38 horas a una distancia de sólo 2 millones de kilómetros, 70 veces más cerca que la distancia que separa a la Tierra del Sol. Según explica David Charbonneau, director del estudio, «estando tan cerca de su estrella, el planeta debe tener una temperatura superficial de alrededor de 200 grados centígrados, demasiado calor para que el agua esté líquida». Los expertos también descubrieron una atmósfera de 200 kilómetros de grosor a su alrededor.
«Esta atmósfera es mucho más gruesa que la de la Tierra por lo que la presión y ausencia de luz descarta la vida tal y como la conocemos, aunque estas condiciones siguen siendo de gran interés ya que podrían permitir que se produjera una compleja química», apunta Charbonneau.
Según explica Xavier Bonfils, del Observatorio de Ginebra en Suiza e integrante del equipo científico, «debido a que el planeta es demasiado cálido para mantener una atmósfera durante largo tiempo, GJ1214b representa la primera oportunidad de estudiar una atmósfera recién formada que cubre un mundo que orbita otra estrella. Ya que el planeta está tan cercano a nosotros será posible estudiar su atmósfera incluso con las actuales instalaciones».
El planeta fue descubierto por primera vez como un objeto en tránsito dentro del proyecto MEarth que sigue a alrededor de 2.000 estrellas de baja masa en busca de tránsitos de exoplanetas. Para confirmar la naturaleza planetaria de GJ1214b y obtener su masa, los científicos necesitaron toda la precisión del espectógrafo HARPS del telescopio de 3, 6 metros del Observatorio Austral Europeo en La Silla.

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