Políticos incoherentes

21/01/2010 a las 00:00h.

LAS presiones del aparato del PSOE andaluz y del propio presidente de la Junta han hecho cambiar de criterio a casi todos los representantes de este partido en la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), tras firmar el martes unánimemente, junto al resto de sus colegas de otros signos, un comunicado en el que se criticaba el proyecto de ley del Gobierno andaluz que regulará -entre otros temas- la financiación de los municipios andaluces. Ayer hacían público otro escrito en el que daban marcha atrás en sus críticas.

Todos han rectificado menos el presidente de este organismo y alcalde socialista de Dos Hermanas, Francisco Toscano, quien, además de dar una lección de coherencia a sus compañeros de partido, les ha regalado un consejo que les debería mover a la reflexión: «En la vida -ha dicho - hay que ser coherente y no se puede cambiar constantemente de opinión», añadiendo además que en política hay que tener un concepto de «servicio a la ciudadanía, ya que cuando se sirve a la ciudadanía se sirve también al partido, pero cuando se sirven a otros intereses, se pierde el norte y se corre el riesgo de perder el apoyo a la ciudadanía».

Toda una declaración de intenciones de una de las pocas mentes lúcidas de un partido que se ha convertido en un gallinero y que ha perdido el referente de lo que debe ser estar al servicio del ciudadano y no de los intereses partidistas.

Es lamentable que ante una protesta razonada, que tiene como trasfondo el defender a los ciudadanos e intentar mejorar los recursos para servirlos mejor, en vez que entrar en diálogo y reflexión para mejorar el proyecto de ley, se haya optado por presionar a quienes han osado levantar la voz hasta llevarlos a la incoherencia de decir lo contrario de lo que pensaban veinticuatro horas antes.

Se ha buscando la vía de la represión, por tratar de acallar las críticas, en vez de abrir un debate con la mente puesta en el ciudadano y en dar a los gobiernos municipales unos recursos económicos que no tienen y que está repercutiendo en la calidad de vida de los administrados. Bien claro lo ha dicho Toscano: cuando sólo se sirve a los intereses partidistas, se corre el riesgo de que los ciudadanos pierdan el interés en quienes así administran. Y ahí están las últimas encuestas...