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«Reivindico la vida propia del ama de casa, con buen pulso»

Antonio Hermán Zurita_ Pintor

«Reivindico la vida propia del ama de casa, con buen pulso»

La esquina de un lienzo emana creatividad. Trazos de pulso que, impecables, recorren el blanco. Un momento suspendido en el tiempo, una estética para evadirse o reflexionar. La investigación de Antonio Hermán Zurita (Córdoba, 1972) crece en el límite de sus cuadros para expandirse, entre grises y plata. Siete lienzos conforman «Movimientos de búsqueda», una de las dos series que expone en la galería Murnau (Plaza de San Leandro, 10). En formato más pequeño, las pinturas a pincel del 1 de «Womanvileda», un irónico recorrido por los quehaceres hogareños de las amas de casa. Centradas en sus tareas domésticas pero hilando sueños. Una tierna perspectiva de bata, medallita, rulo y fregona. Entre agujas y carretes, Hermán Zurita despliega tapetes de mesita de noche o televisor pintados a pulso, enredándose en mínimas líneas y curvas que demuestran sus dotes como diseñador gráfico.

Con «Movimientos...», el pintor confiesa su intención al «crear espacios donde no se piense; tal y como está el mundo, quiero crear una pintura que busca espacios novedosos que den sosiego y tranquilidad». Acrílico y mica son los ingredientes para obtener estos lugares de paz.

Volver la mirada y encontrar «Womanvileda» es visitar ese otro lado del artista donde «reivindico la vida de la mujer que está tan centrada en las tareas de la casa que se ha olvidado de sí misma, de su propia vida, que ya no se plantea lo que hubiera querido ser». Para ello, recupera la muñeca que ya protagonizara el cartel del Festival Internacional de Teatro y Artes Escénicas de Sevilla (feSt) y las faldas de su colección «Chumbo», que ya expuso en la galería Murnau en febrero de 2008.

Conocido por su anterior obra vital y colorista, sorprende la evolución de Hermán Zurita. Sus muñecas de enormes cabezas adornaban faldas diseñadas y pintadas a mano con sus coloridas creaciones. Ahora vuelve con esas muñecas para «Womanvileda» en piezas en blanco y negro. También censura el color en su «Movimientos...», ofreciendo la austeridad y elegancia del contraste blanquinegro. «Liando», «Nana de algas» o «Charanga» son algunas de las piezas. En la peculiar «Danzad» abandona la línea para dibujarla imaginaria.

Abstracto y figurativo

La pintura abstracta de Hermán Zurita llena Murnau contrastando con su mundo figurativo y entrañable: «Limosnita benéfica» o «Luzil, Ariel y Elena» sobre una lavadora que escupe interminables trazos creados con paciencia y cuidado del detalle, «filigranas que hago a pulso, sin plumín ni molde, a base de práctica». Se suma la imposibilidad de corrección: «Hay que tener mucho cuidado cuando te decides porque no puedes corregir. El trazo queda como lo hagas. No hay forma de disimular con blanco».

Hasta el 20 de febrero, la exposición mostrará las piezas de este autodidacta, con un máster en grafismo 3D realizado en Madrid, que empezó pintando murales en bares madrileños a finales de los 90: «Pintaba desde pequeño; en el instituto, pintaba murales y logotipos por encargo, trabajo que me venía genial para pasar el verano». Actualmente, recibe el apoyo de Ayudas Iniciarte 2009, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Sus últimos trabajos van desde la creación de imagen y diseño feSt2009 a la doble participación en la última BIACS 3 dentro de la muestra «Ciencia Tecnología Arquitectura».

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