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Los 120 millones de deuda de Tussam amenazan la continuidad de la empresa y el pacto de gobierno

IU se opone a la privatización de líneas y el PSOE, a través del delegado de Movilidad, Fran Fernández, apunta que la alternativa es la disolución de la empresa municipal

Los 120 millones de deuda de Tussam amenazan la continuidad de la empresa y el pacto de gobierno

La solución a la crítica situación económica de Tussam podría tener importantes consecuencias y no sólo para los trabajadores de la empresa municipal. Tussam acumula deudas a corto y medio plazo de 120 millones de euros y el problema es que la situación no tiene visos de mejorar: sus ingresos por billetaje y publicidad se sitúan en torno a los 45 millones de euros y el gasto de personal ronda los 67, lo que supone un desfase de más de veinte millones que se van sumando año tras año e incrementando su deuda.

Con esos datos la empresa, y en base a un plan de viabilidad aún no aprobado, ha decidido acometer algunas actuaciones que afectan directamente a los trabajadores , como la supresión de la lanzadera que les conectaba con la sede de la empresa, y otras que abren la mano a la privatización de algunas líneas. Unas iniciativas que no sólo han provocado el rechazo de los sindicatos sino también de su socio de Gobierno.

Ayer, el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, defendía antes del consejo de administración estas iniciativas porque si no, la alternativa es «la disolución» de la empresa , admitiendo que la sociedad en estas circunstancias está abocada a la quiebra técnica. Estas afirmaciones no las hizo sin embargo a un consejo en el que el representante de IU, José Antonio Salido, mostró la tajante oposición de la formación comunista a la privatización de líneas, señalando que esa posibilidad no estaba en el pacto de Gobierno y que se trata de una cuestión clave para esta formación.

La tensión no estuvo totalmente ajena en una reunión en la que el único representante sindical, Miguel Pereira, de CC.OO, exigió además que se paralice la licitación que hará posible que la empresa pueda privatizar ciertas líneas y, con ello, poner en peligro los puestos de trabajos eventuales. La respuesta del Gobierno fue que esa licitación permite tener los instrumentos para externalizar servicios que la empresa no pueda prestar.

La realidad de las cuentas de Tussam demuestra sin embargo que con las aportaciones municipales y los ingresos propios es difícil afrontar el gasto de personal actual , que supera en 20 millones de euros los ingresos, si no suben estos, vía más usuarios —en 2009 perdió un 2.1%— o nuevas aportaciones. Y eso, en un Ayuntamiento acuciado por su crítica situación económica, y pendiente de un plan de viabilidad, reduce las vías de salida a una mayor aportación económica de la Junta o la privatización de algunas líneas que hay quien asegura reduciría los costes en un 40%. De momento, la grave situación económica de la empresa ha empezado ya a notarse en las nóminas de los trabajadores —la falta de liquidez ha hecho que en enero no hayan recibido cantidades previstas en convenio —, y en las dificultades para hacer frente a pagos.

De momento no hay decisión alguna. Tussam sólo anunció ayer que se incorporaban al debate las ideas de IU —defiende una ecotasa— y UCE y que se iniciaba el proceso de negociación.

De momento, la semana que viene se reunen empresa y sindicatos. Ayer el secretario general de CC.OO. en Tussam, Miguel Pereira, reconocía a ABC que la situación era «compleja y delicada» y que los sindicatos estaban dispuestos a hacer concesiones tanto en materia salarial como de organización y de derechos adquiridos siempre que las otras partes implicadas, usuarios y administraciones, también lo hicieran. Eso sí, no admiten medidas que impliquen el despido de trabajadores y señalan que en un Gobierno de progreso el PSOE debería apostar por mejorar la gestión pública de Tussam antes de otorgar líneas a empresas que basan su oferta en salarios que no llegan a 1.000 euros. Advirtió que si ellos inician la negociación con la «espada de Damocles» de la privatización, la empresa puede tener que hacerlo con amenaza de huelga. El jueves ya está prevista una manifestación.

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