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El populismo sostenible

La Diputación de Málaga se gasta un dineral en entradas para los toros mientras los concejales socialistas del Ayuntamiento de Sevilla se montan una caseta de Feria por el muy antiguo método del mangazo. Como bien decía ayer el amigo Fernando del Valle en estas mismas páginas, el señor Pendón ha puesto muy alto el listón del populismo al gastarse 200.000 euros en entradas para los toros. ¡Que no falte de ná! Que los votantes de los pueblos vayan a la plaza de la Malagueta con una entrada que les regala el cacique de turno aunque las cosas ya no sean como antes, que por algo hemos cambiado de Régimen. El señorito las pagaba de su bolsillo. El señor Pendón lo hace de forma sostenible: las apoquina con dinero público para sostenerse en el poder.

En Sevilla sucede algo parecido con la caseta de Feria que los concejales que presumen de socialistas les han birlado a las limpiadoras del Ayuntamiento según el método de Robin Hood pero a la inversa. Llegados a este punto no tenemos más remedio que reflexionar sobre lo evidente. Estos progres de diseño que desdeñaban el folklorismo andaluz por su identificación con el franquismo se han subido al coche de caballos y a la carriola rociera. Y no se suben a los tronos o a los pasos porque no los dejan. ¿O alguno ha rechazado una vara en una procesión por el laicismo que profesan de boquilla?

Fíjense en el detalle: no regalan entradas para museos con el fin de llevar la cultura al pueblo, como hacían los verdaderos progresistas de las Misiones Pedagógicas durante la II República. Los llevan a los toros, no a un teatro ni a una sala de conciertos. Y no montan un ateneo en Sevilla para promover la cultura, sino que les birlan una caseta a las limpiadoras los mismos que alardean de promover la paridad de género. Todo muy posmoderno. Por eso dicen en el Parlamento que el objetivo de la Segunda Modernización es superar la brecha digital, que no es un corte en un dedo, sino la diferencia que existe entre las diferentes clases sociales andaluzas a la hora de acceder a las nuevas tecnologías. ¡Ole!

Ya puede dárselas Griñán de exquisito lector y de cinéfilo empedernido. Los suyos están llevando a cabo un populismo que no se atrevieron a poner en práctica los jerarcas del franquismo. De la toma de la Bastilla, a la toma de la caseta. ¡Y todo el mundo a la Malagueta! ¿Para esto se levantó el pueblo andaluz hace treinta años?

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