Cuando la danza hace que baile la música

La experiencia de Juan Luis Matilla y la compañía Mopa, le ha llevado a dirigir su creatividad más allá de la danza, sin olvidar que es de formación bailarín. Así, esta nueva experiencia que ya ha girado por varios espacios y que tiene el título de «Espérame despierto», hace hincapié en la posibilidad de explotar todas las facultades de un bailarín cuando se une a una violinista a la que, no sólo hace tocar su violín, sino también bailar.

Juan Luís Matilla y Eloísa Cantón son los intérpretes de «Espérame despierto», una pieza en la que la música tiene el peso casi de un personaje más. Dirigida y coreografiada por Juan Kruz Díaz de Garaio Esnaola el espectáculo ha pasado por escenarios como el Sarajevo Winter Festival, Palm amb la Dansa, Muda o Escena Contemporánea, entre otros. Tras su paso por el Teatro Central en 2009, el montaje se puede ver este fin de semana en el Centro de las Artes de Sevilla.

El núcleo de esta obra es el trabajo interpretativo -música en directo incluida- de Matilla y Cantón, y su forma de transmitirlo al público, una pieza que según su director, Juan Kruz (Sasha Waltz & Guest), genera una situación casi de voyeur.

En la obra, además, se incluyen como elementos escenográficos una enorme cantidad de cucharas que funcionan casi como impedimentos que los bailarines-músicos, van situando alrededor incluso de su cuerpo. Con esta pieza Mopa sigue fiel a su eslogan «espectáculos de danza en los que el público no resopla», al mismo tiempo que se enfrenta por primera vez al gran formato,