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«La Traviata» de Franco Zeffirelli, la mejor de todas las traviatas

Doscientas cincuenta personas participan en el montaje de esta ópera. En la imagen, los dos elencos, junto a Pedro Halffter, Andrea Licata y Pier Paolo Pacini DÍAZ JAPÓN

«La Traviata», obra cumbre, junto a «Rigoletto», de Giuseppe Verdi, llega al Teatro Maestranza este viernes por tercera vez en un montaje cuya escenografía firma en esta ocasión Franco Zeffirelli y del que su ayudante, Pier Paolo Pacini, dice que es «un espectáculo perfecto» y la «cima» de veinte años de traviatas. Pacini añadió ayer que había hablado poco antes con Zeffirelli por teléfono (el veterano director, por su avanzada edad, no ha podido viajar a Sevilla) y que le envió sus saludos al Teatro Maestranza y al público sevillano. De la obra, que se representará en el teatro sevillano, con dos repartos alternos los días 11, 12, 14, 15, 17, 18 y 20, destacó el director de escena un ballet cuyos miembros han de efectuar sus coreografías en un escenario con una inclinación del 10 por ciento. «Todo reúne una maestría teatral perfecta aunque como todo lo que parece fácil, es, en realidad, muy difícil», añadió.

Acerca del éxito de público y de las duras críticas, sobre todo en Centroeuropa, que suelen originar las realistas puestas en escena de Zeffirelli, Pacini dijo que en esos países se considera la ópera un espectáculo viejo que hay que modernizar -«por ejemplo presentando una Traviata drogadicta, prostituta en Brooklyn, o haciendo que se acueste con un mono»-, mientras que Zeffirrelli «permanece firme» en su concepción realista de la ópera, aunque, aclaró, «siempre moderna».

La soprano francesa Norah Amsellem, que es «Violetta» en el primer elenco, asegura que éste es el papel más romántico de toda la ópera, por encima de la Mimi de «La Boheme» porque «muere por amor, y de amor; lo da todo; por eso siempre es actual y se puede representar como una drogadicta en un hospital o como una mujer actual».

«No tendría interés si siempre hiciera el mismo personaje, para eso se pone el CD; el reto es crear un nuevo personaje; es como en la corrida de toros, que siempre es diferente aunque parezca el mismo espectáculo», añadió Amsellem, quien protagonizó «Turandot» hace dos meses en el Teatro Maestranza.

Para Amsellem, se trata de «La Traviata más hermosa que ha interpretado nunca: Ésta es bella de principio a fin; como una línea que no decae nunca», aseguró.

Andrea Licata, el director musical, se felicitó por el extraordinario elenco de jóvenes cantantes que participan en esta producción de la Opera de Roma, con cualidades excepcionales, -dijo- que auguran un brillante futuro para la ópera». Esta circunstancia sumada a la escenografía de Zeffirelli y a un cuerpo de baile «fascinante» hacen de esta «Traviata» un gran espectáculo.

Amsellem actuará junto al tenor rumano Teodor Ilincái, su amante Alfredo en la obra, para quien es el papel más importante de Verdi, porque es un personaje que no siempre es el mismo, es un romántico, un hombre poderoso, un enamorado y una persona que sufre». Y añadió: «En el caso de esta obra, es muy importante que cuente con un director musical italiano como Licati».

Dos traviatas

El dúo Ansellem-Ilincái alternará con el del jerezano Ismael Jordi y la granadina Mariola Cantarero, Jordi, que ha cantado casi una treintena de veces este papel, la última vez el año pasado en Amsterdam, calificó de «maravilloso» asistir al debut de Mariola Cantarero en esta obra y aseguró que, gracias a cada reparto, el público del Maestranza podrá asistir a «dos Traviatas diferentes».

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