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POLÉMICA VENTA

Las ventas de Lopera, una historia sin fin: Portillo, Castel, BSport, Azabache...

Desde 2005 ha tenido innumerables amagos de desprenderse de su paquete accionarial en favor de variopintos empresarios y grupos de dispar procedencia, y este verano no iba a ser diferente

M. GONZÁLEZ

La primera idea que hay que disociar en la historia de la venta de las acciones de Lopera es que lo que se traspasa, por lo que se negocia (supuestamente), es el paquete de participaciones del actual consejero delegado. No se vende el Betis. Hecha esta aclaración, Lopera no ha cesado, desde 2005, en utilizar las ofertas que le han llegado (veraces o no) para mover la sensibilidad popular en cuanto a su figura. En este largo camino ha perdido la credibilidad de la que pudo gozar en los inicios (también por otras acciones dudosas) porque desde Luis Portillo a Luis Castel, pasando por BSport, Azabache, Sacyr y otros grupos calificados por su procedencia geográfica (inglés, catalán) han desfilado por los mentideros y los titulares de prensa sin que se haya movido la titularidad de una sola acción aún en posesión de Lopera. Este verano, como en cada momento negativo de la historia del Betis, han reaparecido las negociaciones. El nuevo hombre es Luis Oliver. La historia aún no ha acabado, pero viendo los precedentes cualquiera sabe qué puede ocurrir.

Diciembre de 2005: el grupo inglés . Lopera asegura que ha rechazado una oferta británica pero que tiene otras «muy buenas».

Enero de 2006: Luis Portillo . En la Navidad de 2005 el rumor está en la calle: el empresario nazareno Luis Portillo, entonces en boga al haber generado una fortuna con sus movimientos en Colonial, Metrovacesa, Inmocaral o Expo-An, estaría a punto de comprar las acciones de Lopera. El 31 de enero, sin embargo, publica ABC la taxativa negativa de ambas partes (repetida al día siguiente a través de sendos comunicados) y el consejero delegado del Betis asegura a este periódico, además, que si un día «decidiera vender», le ofrecería antes a los béticos «un derecho de tanteo».

Noviembre de 2006: Sacyr . Turno para el grupo constructor de Luis del Rivero, sacado a colación por el propio Lopera en una entrevista, aunque la desecha porque «se van a llevar al equipo al Olímpico». Los consejeros amagan con dimitir y el máximo accionista se inventa unas elecciones a presidente y después una oferta imposible para repartir las acciones entre los béticos. Esperpéntico.

Junio de 2007 : Mauduit y los otros . A los peñistas les informa de que el ex presidente le había acercado la oferta de un grupo madrileño, pero que había otro inglés y uno más local. Insiste en que a los béticos les venderá las acciones a 1.600 euros cada una, algo que materializa con una publicación en la web del club de las condiciones. Nadie sigue el invento.

Noviembre de 2007 : los catalanes . Sigue el repaso geográfico y ahora toca que los medios del club informen que sopesan una oferta de 100 millones procedente de un grupo catalán de empresarios de la construcción (se vincula a Rubau, que lo desmiente de inmediato).

Mediados de julio de 2008: Luis Castel . El empresario nacido en Carmona anuncia un principio de acuerdo para hacerse con las acciones tras una reunión en Jabugo. «La compra está prácticamente», dijo Castel. Y muchos dan por hecho el relevo. Sin embargo, Lopera reacciona mostrando su malestar con esta prematura alegría y anuncia dos ofertas más, de Madrid y de un grupo inmobiliario. Además, se filtra la de un grupo más que quiere que Lopera siga con un cargo relevante en el club. Castel insiste en que está todo acordado, Blas Ballesteros dice que están negociando con un delantero...

Finales de julio de 2008: BSport . Aquí aparece el grupo que habría impedido la operación de Castel. El club desliza que ya habría hecho una auditoría y que daría más dinero que el carmonense, así como mantener a Lopera como consejero. Sus cuatro miembros (Sánchez Quintana, Donaire, Muñoz y Fernández) se dan a conocer y a primeros de octubre mantienen una reunión en la calle Jabugo para firmar el acuerdo de compra-venta. Ángel Martín ofrece una improvisada rueda de prensa para anunciarlo. A finales de ese mes tendría que cerrarse todo ante notario. Entonces la juez Alaya pide información sobre este movimiento porque tiene sospechas de «autoventa» y el CSD interviene. Lopera desacredita en público a BSport. La operación se rompe cuando alcanzaba cifras de 81,5 millones de euros tras una última auditoría, lo que la hacía inviable. Los integrantes de este grupo pierden 500.000 euros por la opción de compra que tenían acordada.

Marzo y agosto de 2009: un jeque, un libanés sevillano... La credibilidad se anula con personajes de toda condición que dicen tener acuerdos para comprar las acciones. Por suerte, nadie los toma en serio.

Junio de 2010: Azabache y Oliver . Las actuales. El primer grupo ya se había interesado en una ocasión, pero ahora se quedó en fuera de juego tras un plante de Lopera cuando todo parecía atado. Algunas filtraciones que los vinculaban a la oposición contribuyeron a ello. Entonces cogió fuerza la opción Oliver, presuntamente respaldado por un grupo de Madrid, que estaría a punto de comprar...

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