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La Unesco pide otro informe del impacto de la Torre Pelli en el Conjunto Histórico

Sevilla no se incluirá entre las ciudades con patrimonio mundial en peligro El nuevo estudio deberá estar concluido en junio y se debatirá en la reunión del próximo año

JUAN J. BORRERO

El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco que se celebra en Brasil va a solicitar un nuevo informe sobre el impacto de la Torre Pelli circunscrito en esta ocasión a la posible afección de la torre sobre el Conjunto Histórico de Sevilla. El informe deberá estar concluido en junio del próximo año y será debatido en la 35 reunión de este organismo prevista para 2011. Sevilla salva por tanto, de momento, la amenaza de ser incluida entre las ciudades del mundo con patrimonio en peligro. Al menos así se espera que lo refrende oficialmente el comité en las conclusiones que hará públicas la próxima semana, después de que ayer abordara en su plenario la discusión sobre el proyecto sevillano.

Y es que, según destacaron ayer los miembros de la delegación española desplazada a la reunión y concretamente la delegada de Presidencia y Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Maribel Montaño, la Unesco ha respaldado el informe elaborado por la comisión técnica que en su día convocó el

Ministerio de Cultura y en el que se descartaba impacto visual de la torre sobre los monumentos calificados como Patrimonio de la Humanidad en la ciudad —Catedral, Real Alcázar y Archivo de Indias— así como la correcta tramitación administrativa del proyecto.

No obstante, aquel informe de expertos admitía también en uno de sus puntos que el proyecto sí suponía un impacto en el paisaje urbano de la capital andaluza, al modificar su línea de cielo caracterizada por edificios de menos de 90 metros de altura, cota que marca la Giralda.

Las Administraciones públicas que respaldaron el proyecto y su promotor, Cajasol, siempre sostuvieron que ése no era un aspecto a debatir por la Unesco, cuyas funciones se ciñen a velar por los edificios o espacios reconocidos como Patrimonio de la Humanidad y, por el momento, el Conjunto Histórico de Sevilla como tal no lo es. Precisamente, en la misma reunión España ha solicitado la ampliación de la Declaración de Patrimonio Universal a otras

zonas y edificaciones de la ciudad ligados al Descubrimiento de América y al comercio con Indias, como la Torre del Oro, las Atarazanas y la Fábrica de Tabacos, entre otros espacios singulares, lo que obliga a un compromiso estatal por la protección del patrimonio. De hecho, en la reunión de Brasil la representación española destacó los esfuerzos para dotar a Sevilla de instrumentos adecuados de protección de su patrimonio y el compromiso de «concluir en breve» los planes especiales de protección que quedan por redactar de su casco histórico.

Continuidad de las obras

Se abre por tanto otro plazo de casi un año en el que seguirá vivo el debate sobre el impacto del proyecto de la torre de 178 metros de altura que ha diseñado el arquitecto argentino César Pelli para la Isla de la Cartuja. La delegada municipal de Cultura ha acompañado a la delegación española en Brasil compuesta por altos cargos de los ministerios de Exteriores y Cooperación y Cultura del

Gobierno de España. Durante la presentación del informe, Montaño ha explicado a los miembros del comité de la Unesco que las autoridades se someterán a las conclusiones que realice en 2011 ese organismo sobre el informe que se presentará en junio, «desde la plena confianza de que no hay afección patrimonial en los alrededores del Conjunto Histórico y que todo es perfectamente legal».

La duda es qué pasará con las obras ya en marcha del proyecto, teniendo en cuenta que sigue en el punto de mira de la Unesco. A la espera de que las conclusiones oficiales del comité lo determinen, todo indica que seguirán adelante.

Así se desprende del comunicado difundido ayer por Cajasol en el que la entidad se muestra satisfecha de la resolución de la Unesco, al reconocer la no afección del proyecto a los tres monumentos declarados patrimonio Mundial en 1987. Cajasol reiteraba ayer que el proyecto cumple en todos sus términos con la Ley de Patrimonio que establece un perímetro mínimo de 50

metros en torno al bien a proteger, mientras que la Torre Cajasol se construye a 500 metros del borde del casco histórico y a 1,7 kilómetros de la Giralda. Cajasol considera que la Unesco ha confirmado igualmente «la legalidad del proyecto y el proceso de desarrollo urbanístico para la obtención de la licencia de obras, y la pulcritud de la misma en razón a la legislación y normativa patrimonial aplicable». Por tanto, la entidad financiera ratificaba ayer «su apuesta por el proyecto», convencida de que la imagen que la torre incorpora es un «nuevo icono representativo de la apuesta económica, empresarial y tecnológica concentrada en la Isla de la Cartuja como zona de expansión y progreso de la ciudad». También Cajasol resaltó la importancia económica del proyecto en tiempos de crisis, como «impulso para la dinamización de la economía sevillana y andaluza».

La torre, según cálculos de Cajasol, supone una inyección económica de 300 millones de euros y la creación de 4.000 puestos de

trabajo en su fase de construcción.

Conclusiones

Por su parte, responsables del Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, Icomos, que denunció ante la Unesco el impacto de la torre, señalaron a ABC que esperarán a las conclusiones de la reunión de Brasil para realizar su análisis sobre la resolución, ya que hasta entonces no será oficial.

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