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Para empezar, un rival deseado y sin pedigrí alguno en Liga de Campeones

El Sporting de Braga pondrá a prueba al Sevilla en el «Play-off» de Champions, que se disputará los días 18 y 24, siendo la ida en tierras lusas

Para empezar, un rival deseado y sin pedigrí alguno en Liga de Campeones EFE

JUAN MANUEL ÁVILA

El sorteo de la eliminatoria del «Play-off» previo a la fase de grupos de la Liga de Campeones fue propicio a priori para los intereses del Sevilla, ya que deparó el enfrentamiento ante el Sporting de Braga . El vigente subcampeón de la liga lusa era, junto al Young Boys suizo, el rival más apetecible, por potencial deportivo, menor experiencia en competición continental —de hecho nunca ha participado hasta la fecha en Champions— y por facilidad en el desplazamiento. Por todo ello se acogió con agrado el que las bolas barajadas al mediodía de ayer en Nyon y el hecho añadido de que primero se vaya a jugar en el estadio AXA, feudo de los apodados «Guerreros del Miño», el miércoles 18 y que, por tanto, la vuelta vaya a celebrarse el martes 24 en el Sánchez-Pizjuán.

No obstante, la prudencia presidió las valoraciones oficiales en el día de ayer. En el recuerdo pesa aún lo ocurrido en los emparejamientos de octavos de final de Liga de Campeones frente al Fenerbahçe de 2008 y el más reciente ante el CSKA de Moscú de este mismo año, en los que no se hizo valer el factor campo en la vuelta pese a no traer resultados complicados de la ida. Así, pese a que el secretario técnico Víctor Orta se había decantado en la víspera del sorteo por un enfrentamiento ante el equipo que ya fuera rival sevillista en la Copa de la UEFA de 2007, su jefe Monchi optó ayer por la mesura. «Que nadie se confíe porque, aunque hemos evitado a equipos complicados, el Sporting de Braga ha eliminado a un clásico como el Celtic y juega en la liga portuguesa», señaló. «Tiene jugadores —añadió— de gran calidad a los que ya conocimos hace tres años en la fase de grupos de UEFA como son Madrid y Valdinho, pero lo que le caracteriza es el grupo compacto y veterano que conforma el equipo. Destaca por su gusto por el toque de balón, y si se hace con el esférico es difícil recuperarlo».

«Feliz estaré si pasamos»

También se mostró cauto Antonio Álvarez pese a la evidente «bondad» del emparejamiento. «No sé lo felices que estarán los jugadores porque no me he cruzado con ellos desde que ha sido el sorteo, pero hay máximo respeto al Sporting de Braga porque es uno de los grandes de Portugal y ha quedado segundo en su Liga. Además, es un asiduo de las competiciones europeas en los últimos años. Lo prefiero a otros rivales como el Dínamo de Kiev por el desplazamiento y por lo rodado que están. El Sporting de Braga, sin embargo, viene de eliminar al Celtic. Tratan bien el balón, tienen muchos brasileños y es un rival a tener en cuenta. No será un equipo encerrado, nos dará que hacer seguro. Feliz estaré cuando termine la eliminatoria si pasamos, hasta entonces le daré muchas vueltas a la cabeza», declaró minutos después de darse a conocer el emparejamiento.

José María del Nido, que ayer cumplió 53 años, se tomó, en cierto modo, el sorteo como un regalo más de cumpleaños. «No hemos resultado desfavorecidos. Había dos rivales fuertes como eran el equipo francés y el italiano y después estaba el desplazamiento a Kiev tan larguísimo. Creo que era de los dos rivales más débiles, en teoría, de los que nos podían tocar, y teniendo en cuenta que estamos hablando siempre de Champions, tendremos un desplazamiento cercano y, estando bien, podemos pasar», declaró. Por su parte, el vicepresidente José Castro, presente junto al subdirector general Manuel Vizcaíno en Nyon, quiso resaltar, entre otra cuestiones, la fortuna sevillista. «La verdad es que generalmente salen los equipos que a priori queremos y cuando no salen, como el Barcelona el año pasado en Copa, también salimos adelante. Somos un equipo que tenemos ese poquito de suerte siempre necesaria en el fútbol», declaró a SFC radio.

Mientras tanto, las valoraciones que se hacían desde el Sporting de Braga resaltaban lo complejo del emparejamiento, dado el potencial del conjunto de Antonio Álvarez. Así, Fernando Couto, director deportivo del conjunto portugués comentó que «para estar entre los mejores, y formar parte de la elite del fútbol mundial, es necesario hacer frente a grandes dificultades. La eliminatoria no iba a ser fácil, porque todos los rivales que nos podían tocar eran muy buenos equipos. Nos tocó el Sevilla, un contrario interesante y muy buen equipo . El viaje es corto, este aspecto sí es favorable, pero será muy complicado superarles. Practican un fútbol muy similar al nuestro, y como rival de prestigio merece nuestro respeto».

Parafernalia Champions

También se ha acogido con agrado el hecho de que la ida se vaya a disputar el miércoles 18, y no el martes, con lo que el equipo de Álvarez dispondrá de cuatro días —tras jugar en Nervión la ida de la Supercopa de España ante el Barça— para preparar el encuentro de Braga, aunque por el contrario habrá uno menos para preparar la vuelta ante el conjunto portugués, al jugarse el día 24, tres después de jugarse el primer título de la temporada en el Camp Nou ante el vigente campeón de Liga. A diferencia de lo que ocurrió tres años atrás en la eliminatoria previa ante el AEK de Atenas, este denominado «Play-off» de Champions sí cuenta con todo el operativo y la parafernalia que acompaña a la máxima competición continental (himno, anagramas, dispositivo, etc.).

Sin Eduardo y plagado de brasileños

El Sporting de Braga, entrenado por el que fuera delantero del Tenerife Domingos Paciencia, cuenta en su plantilla con quince futbolistas de nacionalidad brasileña , de los que seis (los centrocampistas Moisés, Leandro Salino y Vandinho y los atacantes Paulo César, Alan y Matheus) fueron titulares el pasado miércoles en Glasgow ante el Celtic, histórico equipo escocés al que dejaron sin opciones de disputar la máxima competición continental. Este conjunto portugués fundado en 1921 consiguió su mejor clasificación liguera en el campeonato luso la pasada campaña, obteniendo el subcampeonato y su único título oficial es la Copa de su país alcanzada hace 44 años.

Su potencial se ha visto mermado este verano con el traspaso del guardameta Eduardo dos Reis, titular de la selección y único mundialista del Braga en Sudáfrica, y que ha sido vendido al Génova por 4,5 millones de euros. Para suplirlo ficharon al veterano Quim, pero se lesionó el tendón de Aquiles en pretemporada y lo está supliendo el también portugués Mario Felgueiras.

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