elecciones municipales

Nuevo frente en el PSOE: el portavoz en Córdoba también defiende las primarias

Se reivindica como candidato más idóneo frente a la opción del secretario provincial del partido

ROLDÁN SERRANO

J. M. C.

06/09/2010
Actualizado 07/09/2010 a las 07:30h.

Primero Málaga, después Almería... y ahora Córdoba. El PSOE se queda sin manos para tapar los agujeros por donde gotean las protestas contra la decisión de la dirección federal de prohibir, a instancias de la dirección andaluza, las primarias en esta comunidad autónoma.

Ayer el escenario fue la capital cordobesa, donde la designación de candidato se ha trastabillado hasta límites inesperados. Primero fue un sonoro error de cálculo del PSOE andaluz al airear su voluntad de que el ministro de exteriores, Miguel Angel Moratinos , fuera el candidato a la Alcaldía, una apuesta en la que se involucró el mismo José Antonio Griñán. La «espantá» de Moratinos, quien se borró públicamente de la lista el pasado fin de semana probablemente al considerar que las cosas estaban llegando demasiado lejos, dejó al PSOE andaluz sin escalera en Córdoba y agarrado a la brocha de una candidatura difusa y huérfana.

Derrape

La solución al fracaso de la «operación Moratinos» pasaba por una rápida cauterización de la herida con la designación express de otro candidato, y todos los dedos señalaban al secretario provincial, Juan Pablo Durán . Sin embargo, los planes se alteraron inesperadamente ayer con una declaraciones del portavoz municipal, Rafael Blanco , en las que se definía como mejor candidato y nombraba sin reparos la palabra maldita en el PSOE andaluz: primarias. Todo un derrape dialéctico.

Blanco señaló que en España existe un debate abierto sobre las primarias, «que está siendo especialmente interesante en Madrid, y que creo que corresponde a una controversia similar», en el que él defiende «que hay que presentar al candidato que mejor responde a las necesidades , que mejor pueda hacer su trabajo y que mayor apoyo tenga de los ciudadanos».

Ése es, precisamente, su caso, a tenor de los resultados de unas encuestas en el que los cordobeses le eligen a él como el mejor alcaldable por el PSOE a Córdoba, y, por ese motivo, lamentó que el partido decidiera exceptuar a Andalucía de «una de las reglas más claras que tiene el partido en sus estatutos y que son las primarias». Blanco afirmó que lleva tiempo hablando con las personas clave en el proceso de elección, aunque fundamentalmente con Francisco García, secretario del PSOE en la capital y responsable del nuevo órgano creado para elegir al alcaldable, y con «muchísimos» de los secretarios y responsables políticos a nivel local. Todos ellos «saben de mi opinión, de mi disponibilidad y de mi voluntad y mi deseo de continuar el trabajo que se ha hecho en los últimos tres años y medio en el Consistorio, siendo candidato primero y alcalde después».

Por ello, Blanco recordó que él es el único responsable socialista que ha dicho a las claras que quiere ser el candidato, mientras que el resto, en alusión al secretario general socialista en Córdoba, Juan Pablo Durán, y su famosa lista, no son más que «política ficción» . «Yo soy un hombre de deportes y sé que los partidos se juegan hasta el último minuto, además donde me entrego más a fondo es en las prórrogas, que es donde se ganan los encuentros de verdad», consideró.

Las declaraciones tuvieron un efecto demoledor en las direcciones provincial y regional del partido. La única voz que se oyó fue la secretaria general de la Agrupación de Poniente-Sur del PSOE en la ciudad, María Ángeles Luna, pidió al también primer teniente de alcalde y su jefe directo en el Consistorio que «respete el procedimiento abierto en el partido , tras la eliminación por unanimidad del Comité Director del PSOE en Andalucía, del que Rafael Blanco forma parte, de las primarias».

Luna, quien recordó que su agrupación es la mayor de la provincia, insistió en que los militantes socialistas en Córdoba «tienen derecho a pronunciarse mediante el procedimiento que nos hemos dado», y que incluye la convocatoria de asambleas de distrito para nombrar al candidato, donde se encuentran las bases.