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«Hay que confiar en el esfuerzo y no en el talento»

Toni Nadal, tío y entrenador de Rafa Nadal, trasmitirá la importancia de los valores y el trabajo en el éxito

jesús spínola

aurora flórez

En contra de lo que puede parecer a vista fácil y superficial, Toni Nadal nunca quiso limpiar o cumplir sus supuestas obsesiones de campeón en la figura de su sobrino Rafal , ni ve en el máximo exponente actual del tenis español y uno de los mayores en el panorama internacional lo que él hubiera querido ser, aunque indudablemente un día fue un sueño en su vida.

Pero lo cierto es que su mano, su visión de la vida y sus valores son fundamentales en la construcción deportiva y personal del tenista español con mayor número de títulos individuales, tetracampeón de Roland Garros , medalla de oro olímpica , Premio Príncipe de Asturias del Deporte ... porque detrás de Rafael Nadal, desde que tenía cuatro años está Toni, quien hoy interviene en el III Congreso de Jóvenes sobre «Lo que de verdad importa» , en el que quiere trasladar un mensaje claro de «normalidad dentro de lo que se entiende como éxito».

Dice haber visto siempre en Rafa un buen jugador de tenis desde niño

Parece sencillo, y así lo es para Toni Nadal, quien a su primera reflexión añade que «trabajando por unos valores es más fácil llegar al éxito». Algunos de estos valores se presuponen en un deportista: disciplina, esfuerzo, orden... otros, que podrían ser añadidos, como la educación, en la que cree a pies juntillas, y el respeto, son fundamentales para el entrenador, que añade que «hay que saber aguantar ante la adversidad y poner ilusión ante las cosas. Cuando te acostumbras a trabajar con estas premisas es más fácil». Dice que viene al congreso a trasmitir lo que «nosotros hemos hecho, nuestra experiencia personal», sabiendo que no es el único camino para llegar al éxito, «pero hemos intentado este y nos ha ido bien». Con la vista atrás, hacia ese niño que fue Rafa Nadal , su tío dice haber visto siempre un buen jugador de tenis cuando pensaba en el futuro. Pero también tenía muy claro que «para nada quería ver en él las actitudes chulescas que tiene alguna gente que triunfa en la vida, y me preocupé de hacerle ver esto y de que lo tuviera siempre presente».

Contundentemente, el entrenador, duro, «sobre todo con las palabras», dado poco al halago, lanza una frase que resume su forma de ver la actitud ante la vida: «hay que confiar en el esfuerzo y no en el talento». Pero en este mensaje vital, que suena a apretar las tuercas y no dar tregua, Toni Nadal siempre ha estado dispuesto a hacer excepciones, «porque no concibo la rigidez en nada de la vida. Aunque el camino esté marcado tiene que haber excepciones. Sí, soy duro habitualmente, tiene que haber orden, pero en determinadas circunstancias debe suavizarse».

Su «producto» es conocido por todos. Un deportista de elite y una persona en la que la prepotencia que puede devenir del éxito ha desaparecido. Es el reflejo de las artes de su entrenador, que se ha volcado en él «con la satisfacción que me produce entrenar». Insiste, porque parece mentira, y la pregunta pide recurrencia, en que «no he querido realizarme a través de él». Y este padre de tres hijos de 9, 7 y 6 años , que mañana, tras el congreso, volará hasta Londres, donde Rafa juega la Copa Master , se remonta a su infancia en Manacor , donde en detrimento del fútbol, se aficionó al tenis, «del que quise pero no fui un gran jugador», a sus tiempos de estudiante de Historia y de Derecho, que no acabó, porque se volvía loco por entrenar, algo que hizo con chicos en Barcelona hasta quedarse con Rafa en exclusiva, «porque económicamente pude permitírmelo».

En eso ha fundamentado su vida Toni Nadal, entre los entrenamientos y la vida familiar, otro de los valores que considera fundamentales este hombre que ha sido a la vez educador y forjador de un campeón, que opina que lo que de verdad importa es ser feliz y que para ello son necesarios unos valores y que defiende que «una sociedad basada en el respeto a los demás y en el esfuerzo sería, aparte de mucho más justa, mucho más feliz».

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