Columnas

Columnas / ANDALUCÍA IMPARABLE

Funcionarios y «paniaguayos»

Esto es, funcionarios camuflados que le rindan pleitesía y obediencia al partido que los colocó

Día 28/11/2010 - 23.44h
Quieren echarnos a pelear con los enchufados y no es eso, noe s eso...». Quien habla es una funcionaria cuyo curriculum le impediría ser consejera de la Junta o portavoz parlamentaria. Si fuera una «griñanini» o una «griñanina», como habría que decir para seguir las normas medioambientales de género que se ha inventado el «ecofeminismo», otro gallo le cantaría. Es lo malo que tiene estudiar una carrera, aprobar unas oposiciones y seguir formándose durante veinte años: que se cierran las puertas para promocionar en una Administración controlada por el aparato al más puro estilo del PRI, en este caso Partido del Régimen Institucional.
En esas empresas paralelas ha entrado gente. Mucha gente. La consejera Martínez Aguayo ha reconocido, ¡por fin!, el número: 26.936 personas que este Régimen con vocación de eternizarse en el poder —seguimos hablando del PRI andaluz— quiere convertir en los «paniaguayos», esto es, en funcionarios camuflados que le rindan pleitesía y obediencia al partido que los colocó aunque se pierdan las próximas elecciones. Los «paniaguayos» y las «paniaguayas» formarían, de esta forma, una quinta columna presta a tumbar al partido que llegara a la Junta. Para que luego digan que en San Telmo o en San Vicente —¡ay, la Andalucía de la santa partitocracia!— no piensan en el futuro…
Era sábado y caían chuzos de punta. San Telmo estaba cerrado a cal y canto. La funcionaria de curriculum imposible para medrar en el Régimen se lamentaba del silencio cómplice, «nosotros tenemos la culpa de muchas cosas que han pasado, porque hemos visto las barbaridades que se hacían y nos hemos callado en vez de denunciarlo…». De aquellos polvos vienen estos lodos. Y de aquellas contrataciones a la remanguillé, estos «paniaguayos» que también se lamentan en correos electrónicos: «No juegue usted con el pan de mis hijos, que yo entré por la puerta falsa pero trabajo más que muchos funcionarios y puedo verme en la calle sin futuro ninguno después de haber sido mileurista durante tantos años, ¿o es que usted piensa que yo cobro lo mismo que los enchufados del partido?»
Que nadie se confunda en esta ceremonia de la confusión que están perpetrando los que piensan que Andalucía es suya. No se trata de una batalla entre los funcionarios y esos empleados públicos que el Régimen quiere convertir en «paniaguayos» eternamente agradecidos. No. Aquí se trata de evitar este golpe de Régimen que se ha tramado con nocturnidad vacacional y alevosía sindical a través de un decreto ley urdido con una urgencia que ha descubierto el pastel. El pasado sábado llovía sobre mojado. Por eso los funcionarios se echaron a la calle. Porque llevan treinta años callados y tragando. Porque ya no pueden más. Porque saben, como Don Quijote, que la libertad es el más alto don que pueden darnos los cielos.
Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.