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Fabiola, la Reina solidaria que se desprendió hasta de sus regalos de boda

En «Nacida para Reina» ve la Corona como un alud de responsabilidades

ABC

«Nacida para Reina. Fabiola, una española en la corte de los belgas», de Espasa, va a ofrecer un recorrido por la vida de unas de las mujeres españoles más importantes del siglo XX, destacando su «modernidad, la entrega a los demás y las fuertes convicciones religiosas».

Son palabras del periodista Fermín Urbiola autor de este libro que coincide con los 50 años del enlace matrimonial de la hija de Gonzalo de Mora y Fernández y Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz, Fabiola de Mora y Aragón, con el príncipe Balduino de Bélgica el 15 de diciembre de 1960.

El libro, según Urbiola, romperá los estereotipos que en España, se tiene sobre la figura de la Reina de los belgas, como a él mismo le pasó. «Siempre pensé que era una ñoña, con un peinado similar y falda por debajo de las rodillas durante 50 años, pero estaba engañado», ha confesado el autor, que ha añadido que estamos ante una mujer que hace más de 50 años de independiza de su familia, con lo que suponía entonces, se opera la nariz por estética, acude a la SGAE para registrar un vals que ella mismo compuso, y además por sus convicciones religiosas y lo que ha hecho por los demás, de hacerlo hoy, sería la líder de la ONG más importante del mundo», ha explicado.

Urbiola, que estuvo ayer promocionando su libro en Sevilla, ha resaltado que Fabiola siempre ha tenido y sigue teniendo «la cabeza y el corazón muy bien amueblados». Dice que para ella ser Reina no era foco de vanidad, sino un alud de responsabilidad, que asumió a través de una vida de coherencia, entrega y discreción, que le ha supuesto la autoridad que hoy día posee.

Entre los momentos críticos que ha tenido que sufrir la Reina de los belgas, Urbiola ha apuntado los cinco abortos y los fallecimientos de su padre y marido.

Para resaltar su entrega a los demás, Urbiola ha indicado que cuando llegó a Palacio hace 50 años, organizó una oficina de asistencia social, se desprendió de muchos regalos de boda y visitó de la mano de Balduino el barrio de las prostitutas, porque las veía machacadas y utilizadas y quería diginificar a la mujer».

«Ellos son los líderes de un estilo de monarquía, que abandona palacio para ir a la calle, como después harían los demás», concluye el periodista.

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