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Feliz Navidad... es un decir

Un ciudadano arremete contra el PSOE en el mismísimo Canal Sur y el presidente evita aparecer por la calle. Vaya navidades raras estamos pasando

jeremías barrunta. limpiador de la junta

Lo que les cuento no es ninguna confidencia recibida por ningún pasillo de ninguna consejería. Lo que les cuento lo pudieron escuchar todos los andaluces por Canal Sur Radio el pasado día 23, e ilustra el pulso político en la sociedad andaluza más que todas las confidencias que haya en wikileaks. Estaba yo limpiando y siguiendo la retransmisión de la Lotería por la radio pública andaluza, cuando anuncian a Tom Martín Benítez que han localizado al poseedor de un décimo del Gordo de Navidad. El agraciado explica que un amigo le compró el décimo en Cataluña, y que le viene como agua de mayo porque estaba a punto de cerrar su negocio de puertas y ventanas metálicas. Martín Benítez formula la inevitable pregunta de qué es lo que va a hacer con el dinero.

—Lo primero, comprar dos velas y ponérselas a la Virgen del Rocío—, replica el entrevistado.

—¿Para dar las gracias por el premio?—, abunda Tom.

—No, para pedir que se vayan de una vez Griñán y Zapatero, que se vayan a su puñetera casa porque están hundiendo a Andalucía y a España—, replica airado el ciudadano ante la perpleja tertulia de Canal Sur.

La anécdota resume la encuesta del IESA. Por cierto, en el informativo del mediodía repitieron el corte con las palabras del jugador agraciado; evidentemente suprimieron la cruel parrafada contra el PSOE.

Griñán oculto. Otra imagen que sintetiza la coyuntura política es la del Gobierno celebrando la cena de Navidad en un céntrico hotel sevillano con los funcionarios protestando en el exterior. Y una tercera, la visita del presidente a Ecija, una necesidad inexcusable tras la tercera inundación e quince días. En ambos escenarios se pudo ver a un Griñán oculto, escondidos de las protestas. En Écija, el cortejo presidencial evitó pasear por las calles y se limitó a mantener una reunión en el Ayuntamiento. Y cuando un político evita el contacto con la gente de la calle es que algo grave está pasando.

Funcionarios bajo control . Y mientras, sigue la tensión en las consejerías por el «funcionariazo». Me cuentan en Agricultura que Clara Aguilera, la consejera de la sonrisa permanente, ha impuesto un régimen castrense en la consejería, amenazando por escrito con el cese de los Jefes de Servicio cuyo personal se manifieste en el patio o no esté en su sitio para acudir a manifestarse contra algún político; la instalación de cámaras de seguridad dentro del recinto para controlar al personal, e incluso se estudia la instalación de un torno en la cafetería para expedientar a aquellos que superen la media hora en el local. Vaya navidades raras, raras...

jeremiasbarrunta@live.com

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