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entrevista

«Hay que devolver la política a las necesidades de los ciudadanos»

Aspira a destronar a Francisco Toscano en uno de los feudos históricos del socialismo. Hoy presenta su apuesta: «Un cambio por higiene democrática»

nuria pérez campaña

Manuel Alcocer _ Candidato del PP a la alcaldía de Dos Hermanas

—A pocas horas de su presentación oficial como candidato, ¿qué objetivo se marca su formación con vistas a las próximas municipales?

—No hay otro objetivo que ganar las elecciones para regenerar la vida política en Dos Hermanas. Los nazarenos piden cambio y un criterio diferente. Y un orden de prioridades distinto. Y exigen poder participar más activamente en el desarrollo y en las decisiones que afecten al futuro del municipio.

—¿Los problemas del municipio siguen siendo los mismos que hace cuatro años?

—No son los mismos: han aumentado. A falta de ejecutar el III Plan de la Vivienda, el declive del pequeño comercio, el futuro incierto del tranvía, se unen nuevos problemas como el del incremento dramático del desempleo y la falta de efectivos de cuerpos de seguridad. La población y las necesidades de los nazarenos han aumentado en una proporción mucho mayor que los servicios que se demandan.

—Ya el PP ha anunciado precisamente que llevará al Parlamento la problemática de la VPO en Dos Hermanas, ¿qué está pasando con el plan municipal de la vivienda?

—Efectivamente, ésta es una iniciativa que uno de los miembros de nuestro equipo, Jaime Raynaud, ha llevado al Parlamento: los problemas con EPSA en Dos Hermanas son una muestra flagrante de los incumplimientos que en materia de vivienda nos han hecho. Cualquier comprobación que se haga de las promesas en esta materia que nos han venido haciendo en los últimos años las hace saltar por los aires. Es sintomático que el vacío existente entre el núcleo urbano y Montequinto sea hoy el mismo que hace cinco o seis años. No hemos avanzado nada pese a los anuncios que se nos habían hecho. Si en alguna materia hubiera que ponerle un cero a la labor del Ayuntamiento y el alcalde sería, sin duda, la de la vivienda. Tanto el plan andaluz como el municipal han sido sendos fracasos por la imprevisión de ambas administraciones.

—¿Qué propone?

—Nosotros defendemos una solución realista y responsable al estado actual del plan de vivienda, al que se ha llegado por la falta de previsión, y proponemos que parte de las viviendas ofertadas en régimen de renta libre pasen a alquiler y a alquiler con opción a compra. Hay muchos demandantes nazarenos que siguen esperando esa vivienda que no les llega desde hace años, por lo que encontrar una solución será nuestra prioridad. Además, proponemos locales de protección oficial, para que empresarios de la ciudad disfruten de instalaciones de futuro para iniciar sus negocios. Nos planteamos si es correcto abrir las solicitudes de demandantes foráneos cuando el Ayuntamiento ofreció ese suelo patrimonio de los nazarenos a coste cero, de forma gratuita. Queremos aunar esfuerzos con todos y cada uno de los partidos para que en un mes se inicie, al menos, una de las fases del tercer plan.

—Habla usted de un futuro de tranvía «incierto», pero los carteles ya están en la zona anunciando que llegará hasta el sur...

—Es una realidad incuestionable que la Línea 1 del metro de Sevilla se ha puesto en funcionamiento con tres años de retraso y una desviación del 42% respecto del presupuesto previsto. Por tanto, al estar condicionado por estos retrasos, el tranvía acumula ya tres años de espera más la incógnita del futuro. En estos momentos no hay un compromiso de puesta en servicio del segundo tramo de la línea tranviaria. No es, desde luego, para estar satisfechos con el estado de las comunicaciones entre las dos principales ciudades de la provincia. Además, nos preocupa, por la responsabilidad que ello supone en estos momentos y por las dificultades financieras que supondría, qué coste tendría la explotación del futuro tranvía, de ahí que hayamos preguntado en el Parlamento por el sistema de gestión y explotación de las líneas. Queremos saber si será una concesión público-privada o si lo hará exclusivamente una empresa privada, así como si el Ayuntamiento participará o si la Junta está dispuesta a asumir el 100% del coste. Cualquier dirigente sensato y responsable tiene que tener las ideas muy claras para asumir que este proyecto supondrá una carga importantísima en el presupuesto del Ayuntamiento. Nos remitimos a los casos de las líneas tranviarias que van a comenzar a funcionar en ciudades como Vélez-Málaga o Jaén. No entendemos cómo en países menos desarrollados, como Marruecos, concretamente en Rabat, se haga en tres años un tranvía con 20 kilómetros de longitud y aquí las cosas estén como están.

—Gran parte del fondo estatal se ha destinado a impulsar los grandes proyectos del equipo de Gobierno (PSOE), como la tecnópolis, ¿qué opinión le merece?

—Es una prueba más de los engaños a los que se somete a los nazarenos. Se anunció la construcción de una Ciudad del Conocimiento con empresas de alta tecnología y, a día de hoy, lo único que tenemos es un lago que ha costado cinco millones de euros procedentes de los fondos estatales. Las empresas, y eso lo sabían cuando se embarcaron en la tecnópolis, condicionan su llegada al parque a resolver la asignatura pendiente de las comunicaciones. Y, de momento, con el tranvía aún en el aire, el proyecto sigue teniendo un futuro incierto con un problema fundamental de financiación. El Gobierno está vendiendo humo.

—Ese equipo de Gobierno le vinculó recientemente con Franco por cuestionar el esfuerzo que se está haciendo en torno al litigio territorial con Sevilla, ¿a qué cree que se debió?

—A la falta de argumentos de este Gobierno y a las ganas de manipular, interesadamente, una vez más, la vida política de Dos Hermanas. Siempre hemos estado a favor de la iniciativa, pero, si las instituciones y los tribunales han desestimado la reivindicación de este Gobierno, es hora de dejar que la acción jurídica siga su curso y concentrar todos los esfuerzos en los problemas reales de los nazarenos, que son muy serios. Fundamentalmente los 16.000 parados.

—¿Qué sobra y qué falta entonces en el municipio?

—Apatía, falta de ilusión y desconfianza en la política. Y falta recuperar justamente ilusión, empleo, que es la mejor política social, seguridad. Falta un modelo de ciudad adaptado a las nuevas circunstancias. Y hace falta un cambio, por higiene democrática.

—¿Cuáles serán sus líneas de trabajo al respecto?

—Devolver la política a las necesidades de los ciudadanos y sacarla de los despachos. Dotar a los empleados municipales de la autonomía y responsabilidad suficientes para que su desempeño profesional esté libre de directrices partidistas y políticas. Asimismo, aplicaremos la Ley de Grandes ciudades, que nos permitirá descentralizar el poder municipal y compartirlo con entidades sociales y colectivos vecinales. Daremos a los ciudadanos la oportunidad de participar en el desarrollo de la ciudad sin tener que militar en ningún partido político.

—Si logra la Alcaldía, ¿cómo resolverá cuestiones aún pendientes como el conflicto entre el Ayuntamiento y la Policía Local?

—Lo afrontaría con serenidad y dándole la importancia que merece un cuerpo como el de la policía para la ciudad. La seguridad no puede estar condicionada por un conflicto laboral. Al alcalde, como máximo responsable, le exigimos toda la responsabilidad a la hora de acabar con un problema en cuya resolución debemos participar todas las formaciones políticas.

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