Columnas

Columnas / ANDALUCÍA IMPARABLE

El hundimiento del régimen

«Son ladrones de esperanza. Si tuvieran dignidad se irían ahora mismo»

Día 09/02/2011 - 06.59h

ERE se escribe con E de Escándalo mayúsculo y con R de Régimen que se tambalea por la corrupción que afecta a sus mismos cimientos. Esto no ha hecho más que empezar. Se resquebraja la hegemonía del partido único que ha controlado los resortes políticos, económicos, sociales y culturales de Andalucía durante los últimos treinta años. Del muro de Berlín, al tabique de Mercasevilla que se derrumba de tanto peso como le han echado encima. Un tabique que separa a los privilegiados que viven del cuento de los curritos que tienen que buscarse la vida trabajando o mendigando un subsidio ridículo.

A partir de ahora escucharemos las típicas lamentaciones del poder para salir del paso y del pasado que se cierne sobre las cabezas de los barandas de la Junta. Que si esto es obra de cuatro chorizos, que si todo se hacía de acuerdo con la legalidad, que si el entramado de empresas públicas se montó para agilizar la Administración, que si la Junta colaborará con la Justicia caiga quien caiga… Todo mentira. Los han cogido con las manos en la masa frita, que en Sevilla siempre se llamó de otra forma: se lo llevaron calentito y ahora está saliendo toda la suciedad por los husillos.

Están tirando de manual como si se hubiera roto un grifo cuando estamos ante el hundimiento del Titanic. Ya ha salido el nombre del primer ex alcalde socialista que se hizo un ERE a su medida. A partir de ahora asistiremos al naufragio del Régimen en su propia ciénaga. Los que nos llamaban derrotistas o agoreros tendrán que disimular sacando a colación —ya lo están haciendo los voceros que cobran del ERE propagandístico del Régimen— los escándalos que afectan al PP. Como si un mangante justificara al de enfrente. Como si el Régimen tuviera que durar indefinidamente para que los aprovechados puedan vivir de sus rentas mientras se dan un barniz de falsa progresía.

Están nerviosos y acorralados. Harán lo que sea para conservar lo único que les queda: el poder. Perdieron la decencia, la honradez, el sentido de la austeridad, el liberalismo que le pone diques a la tentación sectaria. Sólo les queda el poder que han usado para perpetuarse en una Administración creada y recreada a la imagen del partido. Han convertido el paro en un negocio sin sentir la más mínima vergüenza. Ese es su mayor delito. No sólo nos han robado el dinero, sino la ilusión de una Andalucía sin caciques que se fraguó aquel 28 de febrero. Y todo por el maldito parné y por el miserable poder. Son ladrones de esperanza. Si tuvieran dignidad se irían ahora mismo. Pero eso es mucho pedir. Querrán quedarse para rebañar el plato. Y luego se dedicarán a eliminarse entre ellos. Ajustes de cuentas a punta de navaja cuando llegue la hora de hacer las listas electorales que salven a unos cuantos del naufragio que se avecina. En el pecado llevarán la penitencia.

Búsquedas relacionadas
  • Compartir
  • mas
  • Imprimir
publicidad
Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.