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Un test detectará el próximo curso a estudiantes superdotados

Se trata de un plan «pionero» que se aplicará entre alumnos de 1º de Primaria y ESO

ABC

Los casi doscientos mil estudiantes de Primero de Primaria y de ESO de Andalucía realizarán a partir del próximo inicio de curso un test para detectar a aquellos jóvenes con altas capacidades intelectuales, según ha anunciado el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica.

El consejero presentó ayer en Sevilla el primer plan de atención al alumnado con altas capacidades intelectuales, dotado con un presupuesto de cuatro millones de euros y que pretende, en primer término, detectar lo antes posible a los escolares con estas características, que en Andalucía se calcula que pueden ser más de 90.000.

Detección precoz

Álvarez de la Chica ha destacado que la detección precoz de estos escolares es la respuesta prioritaria a este fenómeno, hasta hace muy poco desconocido y sobre el que, en su opinión, existen tabúes sociales. Por ello, una de las primeras iniciativas de este plan «pionero» será la de implantar este cribado anual para detectar a los escolares andaluces con una alta capacidad intelectual. «Las altas capacidades intelectuales no tienen nada que ver con sacar buenas notas; la sobredotación intelectual es una dificultad si no se encauza correctamente», ha aseverado.

Además de los test para detectar a escolares sobredotados, De la Chica ha explicado que este nuevo plan que su departamento implementará hasta 2013 pretende dar un trato especializado a estos niños y jóvenes para lo cual se dotará a los ocho equipos provinciales de Educación con un experto en este colectivo, al que también se le prestará atención con los 2.000 profesores de apoyo existentes. Igualmente, ha anunciado que se prestará una formación especializada a los profesores para el mejor tratamiento de estos escolares, a los que está previsto que se les ofrezcan actividades específicas tanto en el ámbito escolar como fuera de él.

También se organizarán campamentos escolares específicos para estos escolares e, incluso, mentores universitarios que les orienten para su futura carrera investigadora. El consejero ha enfatizado la importancia de la identificación temprana de estos niños y jóvenes porque «una no detección de estos casos o un tratamiento inadecuado desemboca en el aislamiento de estos alumnos y, paradójicamente, en su fracaso escolar».

En su opinión, los escolares con algún tipo de sobredotación intelectual constituyen un colectivo necesitado de una respuesta educativa específica como otros sectores educativos con problemas.

De la Chica ha indicado que los jóvenes con altas capacidades intelectuales se dividen en tres grupos: los escolares con sobredotación intelectual —aquellos con un coeficiente intelectual igual o superior a los 130 puntos— los que disponen de un «talento simple» —aquellos con una gran competencia en un ámbito específico— y quienes cuentan con un «talento complejo» porque combinan destacadas aptitudes en varios ámbitos.

La familia

El consejero ha destacado que las altas capacidades intelectuales dependen «de las características genéticas que las han generado» y no de otras condiciones, como hasta ahora se creía. En su opinión, la implicación de los familiares de estos escolares en su correcta atención resultará crucial para que reciban una adecuada atención, por lo que De la Chica ha abogado por valorar el papel de la familia en estos colectivos.

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