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Economía propone ampliar el horario de los híper en doce horas semanales

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Quiere elevar a 84 horas la jornada mínima de lunes a domingo, y de 8 a 12 los festivos a abrir

Día 02/04/2012 - 19.20h
El Gobierno, espoleado por Europa, se plantea dar una vuelta de tuerca a la legislación comercial y obligar a las comunidades autónomas a flexibilizar horarios y aperturas en festivos, así como a eliminar trabas a la instalación de nuevos establecimientos.
Economía propone ampliar el horario de los híper en doce horas semanales

La propuesta que el Ministerio de Economía tiene en estos momentos encima de la mesa pasa por elevar el número mínimo de horas semanales de apertura desde las 72 actuales hasta 84, el equivalente a ampliar en un día adicional la apertura. O dicho de otro modo, si se abre seis días a la semana, el horario mínimo pasaría de 12 a 14 horas. Además, propone ampliar el número de festivos mínimo desde los ocho actuales a doce.

Esta flexibilización de los horarios comerciales afectaría fundamentalmente a los híper y establecimientos de más de 300 metros cuadrados, ya que el pequeño comercio tiene libertad total de horario y apertura en festivos.

El Gobierno pretende pactar con las comunidades estos cambios que se podrían incluir en el proyecto de ley de reforma de los colegios profesionales. Economía quiere llevar estas reformas a Bruselas a finales de mes, como muestra de su compromiso con el aumento de la competitividad de la economía.

En el documento interno del Ministerio en el que se incluyen estas propuestas, al que ha tenido acceso ABC, se descarta fijar la libertad total de horarios comerciales porque se podrían plantear «problemas de inconstitucionalidad y conflictividad con las comunidades autónomas».

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, aseguraba el pasado miércoles que son necesarios nuevos esfuerzos para «aumentar la competitividad del comercio minorista». Ese mismo día, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, mostraba el deseo del Gobierno, con su presidente a la cabeza, de avanzar en este sentido, aunque advertía de que se trata de una competencia autonómica y que, por lo tanto, hay que contar con las comunidades.

Pero lo cierto es que el Gobierno de Rodríguez Zapatero tuvo una oportunidad de oro para liberalizar el sector con la transposición de la directiva europea de servicios, que no supo aprovechar. Y un año después de concluir el plazo para la transposición de la misma, la libertad comercial sigue siendo una utopía en la mayor parte del territorio español. Con la excepción de la comunidad de Madrid, la mayor parte de las autonomías han buscado fórmulas para esquivar la libertad de establecimiento que exige la normativa europea, con el pretexto de proteger al pequeño comercio. Y de hecho, Bruselas está examinando con lupa esta legislación. Hace apenas dos semanas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) dio un buen varapalo a España al declarar ilegales las restricciones de la legislación estatal y catalana que se aplican a la apertura de hipermercados y otros grandes centros comerciales por considerar que vulneran la libertad de establecimiento.

La sentencia respondía a una denuncia presentada por la CE, que había recibido quejas contra la ley catalana de equipamientos comerciales por parte de diversas empresas del sector de la gran distribución. Argumenta el tribunal que «un Estado miembro no puede supeditar la apertura de grandes establecimientos a consideraciones económicas tales como su repercusión sobre el comercio minorista existente o el grado de implantación de la empresa en el mercado». Y según los expertos, sentencias en este sentido seguirán sucediéndose si no se cambia la legislación. Y es que en España en lugar de avanzar hacia esa flexibilización comercial, en las dos últimas legislaturas se ha avanzado en el sentido contrario. En 2004, nada más llegar Rodríguez Zapatero a La Moncloa, puso en marcha una ley de horarios comerciales que otorgó más poder a las autonomías, al rebajar de doce a ocho el mínimo de domingos y festivos con derecho a apertura.

Trabas del Gobierno

Es precisamente la restricción de esa normativa socialista la que explica que en la última década no solo no se ha avanzado en la liberalización del sector, sino que en contra de las recomendaciones de organismos internacionales como la OCDE, el FMI y la CE, los gobiernos regionales han ido introduciendo más y más trabas a la distribución comercial.

Los datos son reveladores. En 2000, todas las comunidades autónomas, salvo Baleares, tenían un horario mínimo semanal de 90 horas; hoy, solo cinco autonomías permiten abrir más de 72. Otro tanto ha ocurrido en las aperturas en festivos. Las doce mínimas que todas las autonomías tenían fijadas en 2004 han pasado a ocho en trece comunidades. Solo Madrid se despega de la tendencia mayoritaria y permite abrir 22.

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