El Reino Unido no contribuirá un penique más al rescate de Grecia, ha asegurado el primer ministro británico, el conservador David Cameron.
En un discurso pronunciado anoche ante un grupo de dirigentes empresariales, el líder tory (conservador) dijo que su país no está obligado a dar más ayuda a Grecia salvo la que provea a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) porque el país no está «gracias a Dios» en la Eurozona.
«No veo razón para vernos arrastrados por los mecanismos financieros europeos»
Cameron aseguró que dejará bien clara su negativa a contribuir al futuro rescate de Grecia en la próxima reunión de jefes de Gobierno de la Unión Europea (UE), que estará seguramente dominada por la crisis en ese país mediterráneo.
«De ningún modo creo que deberíamos (tener que contribuir a ese nuevo rescate), y lucharé con todas mis fuerzas para defender esa posición en el Consejo Europeo de esta semana», dijo el primer ministro.
Downing Street asegura sin embargo que nadie les ha pedido colaborar en el rescate
Según fuentes de Downing Street, nadie ha pedido, sin embargo, a Gran Bretaña que contribuya a ese segundo rescate, que podría estar limitado a los diecisiete miembros de la zona del euro.
Sin embargo, según explicó en el Parlamento el secretario de Estado del Tesoro británico, Mark Hoban, el FMI, del que Gran Bretaña es miembro, podría verse obligado a participar en el rescate.
El ex ministro Jack Straw dijo que el euro «no puede durar»
Según Straw, la exposición potencial de este país a la deuda griega, incluida la de los bancos privados, asciende a 8.000 millones de libras (9.040 millones de euros).
El Gobierno británico, dijo el político laborista, debe reconocer el «cambio de humor» en Europa, «donde gente que era antes eurófila piensa ya en la posibilidad del final del euro tal y como lo conocemos». «Si el euro bajo su forma actual va a morir, ¿no sería mejor que todo ocurriera rápidamente en lugar de tener que asistir a una muerta lenta?», se preguntó Straw.
El viceprimer ministro Nick Clegg, del Partido Liberal Demócrata, criticó el «catastrofismo» del político laborista y dijo que sus predicciones sobre la Eurozona no benefician al Reino Unido.