No me des tormento, Betis

Con permiso del genial historiador don Antonio Domínguez Ortiz , le tomamos el célebre título de su libro «Orto y ocaso de Sevilla» para darle la vuelta y aplicárselo a la historia del Real Betis Balompié. De alguna manera, es lo que ha hecho el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, sito en la calle Almirante Apodaca, que ha aprovechado el ascenso del equipo a Primera División para sacar a relucir parte de sus valiosos fondos y darlos a conocer entre el público.

Que nadie espere una exposición fastuosa. Al contrario, es lo más modesto que se puede montar hoy día: una simple vitrina con un ramillete de fotos, revistas y carnets que tienen, pese a esta humildad, su curiosidad, sobre todo porque permiten al ciudadano de a pie, y sobre todo al aficionado verdiblanco, hacer memoria sobre las muchas fatiguitas, salpicadas de momentos de éxtasis, que han jalonado la historia de la entidad.

« Los años del manque pierda . Hundimiento y ascenso del Real Betis Balompié (1947-1958)» es el título de esta miniexposición englobada dentro de «El documento del mes», iniciativa con la que tanto el Archivo Histórico Provincial como su vecino, el General de Andalucía, divulgan el patrimonio documental que atesoran.

Abierta hasta septiembre en horario de 9 a 14 horas de lunes a viernes, se plantea un recorrido por esa década en la que el Betis cayó en el fondo de la Tercera División (el 13 de abril de 1947 se consumó la tragedia tras perder 4-1 ante el Racing) y el calvario subsiguiente hasta que, el 1 de junio de 1958, volvió a ascender a la categoría reina del fútbol español.

Todo ello se ilustra con documentos que proceden de la Colección Manuel Simó Mateos, bético de pro muy recordado en la entidad que ocupó varios cargos entre 1931 y 1978. Dicha colección fue donada por los hermanos Simó Rodríguez en 1997 al Histórico Provincial y hoy en día está catalogada y digitalizada para su consulta por cualquier interesado.

«Pensamos que, a raíz del ascenso este año del Real Betis, podíamos aprovechar este fondo de Manuel Simó para recordarle a la gente una etapa convulsa de la historia del club que está bien documentada en el archivo», explica Amparo Alonso , su directora. Este acto de memoria histórica permite, además, a las nuevas generaciones de béticos conocer de forma gráfica de dónde viene aquel grito de guerra del «¡viva er Beti manque pierda!». Una expresión plenamente vigente que surgió en los años 50 y que recogió con gran éxito el periodista y dibujante Martínez de León , quien puso la expresión en boca de su personaje Oselito con motivo de la celebración de las bodas de oro de la institución. El cómic en cuestión aparece expuesto junto a otros documentos curiosos, caso del menú con la firma de jugadores y consejeros de cuando el Betis ascendió a Segunda División en 1954, «que a los visitantes llama mucho la atención», apostilla Alonso; o una foto aérea en la que el estadio aparece completamente anegado por causa de la gran riada sufrida en Sevilla en 1948.

No faltan, obviamente, la instantánea de la plantilla antes de disputar el partido clave ante el Xerex CD que le valió el ascenso a Primera en 1958 . Y una foto anterior que certifica lo duros que fueron los siete años que pasó el equipo en Tercera enfrentándose a equipos como el Martos CD...

Tampoco tiene desperdicio la portada de «Marca» de diciembre de 1958 con motivo del cincuentenario del Betis, momento dulce porque el equipo ya había regresado a la élite.

Tras una etapa exitosa en los años 30, en la que se proclamó campeón de Liga (1935), el Real Betis cayó en picado e incluso peligró su existencia. Los estragos de la Guerra Civil y el no pedir una moratoria cuando no se encontraba en situación de competir en la temporada 1939-40 explican aquel ocaso del que ha resurgido en varias ocasiones, la última este año.