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SUCESOS

Un muerto y dos detenidos tras una reyerta en Los Pajaritos

El fallecido y el supuesto homicida, que resultó herido, cuentan con diversos antecedentes

Un muerto y dos detenidos tras una reyerta en Los Pajaritos EFE / JUAN FERRERAS - VÍDEO: ATLAS

marcos herrera

Una víctima mortal y dos personas detenidas (una de ellas herida) fue el resultado de una reyerta ocurrida ayer al mediodía en la barrida de Los Pajaritos.

Los hechos tuvieron lugar en la cuarta planta del número ocho de la calle Golondrina del citado barrio sobre la una del mediodía. Tras una discusión «por motivos intrascendentes» , según la Policía Nacional, Antonio C.V., de 46 años y con 22 antecedentes en su ficha policial apuñaló con una navaja de grandes dimensiones a Carlos A.G., de 56 años y también con 15 antecedentes. El suceso tuvo lugar en el piso de C.C.M. (que no cuenta con antecedentes) y que también ha sido detenido como supuesto encubridor de los hechos.

En el transcurso de la pelea, el agresor resultó herido en el cuello y se halla ingresado y custodiado por la Policía en el Hospital Virgen del Rocío. Fuentes del centro hospitalario aseguraron ayer que el detenido se encuentra estable, con las heridas en el cuello y torax ya saturadas, por lo que podría ser dado de alta en el transcurso del día de hoy.

Aunque no se sabe el desencandenante o el motivo de la discusión, vecinos de la zona y fuentes de la Policía confirmaron ayer a ABC que los tres implicados (el muerto y los detenidos) eran tóxicomanos y que era habitual que se reunieran en el piso donde ocurrieron los fatales acontecimientos.

En el piso donde ocurrieron los hechos se solían reunir toxicómanos de la zona

Así pues, a las 12.58 horas de ayer, el servicio 112 recibió un aviso de un vecino que alertó de una pelea entre tres personas . En la llamada se precisaba que uno de los sujetos estaba inconsciente y que había un reguero de sangre en la escalera. Hasta el lugar se desplazaron miembros de la Policía Local y Nacional, que consiguieron detener al agresor que había huido del lugar de los hechos.

El presunto homicida fue apresado en la calle Jilguero y taponaba con una toalla las heridas de su cuello. Los vecinos contaron ayer que el agresor se intentó esconder en el primer piso de un bloque de la citada calle para después escapar, sin éxito, por uno de los patios interiores con los que cuenta el bloque.

Por su parte, el otro detenido es Carlos C.M., y que según algunos vecinos en el momento de los hechos «había bajado a comprar unas cervezas» y se encontró la pelea cuando subía a su domicilio de la cuarta planta. La Policía lo ha detenido como presunto encubridor de los hechos ya que supuestamente habría escondido el arma homicida (una navaja de grandes dimensiones) en unos contenedores cercanos.

A media tarde, Carlos, «que se dedicaba a vender chatarra y que frecuentemente dejaba subir a su piso a drogodependientes » según sus vecinos, fue llevado por la Policía a su domicilio para que procediera a la reconstrucción de los hechos y para que indicara dónde había arrojado la navaja. Así, miembros de la Policía Científica encontraron el arma blanca en un cubo de basura de la calle Jilguero y tomaron huellas y fotografías en el piso del detenido.

Los tres implicados eran consumidores de droga y «muchas veces se le veía discutir por sus trapicheos» , relató ayer a ABC un vecino de la zona que prefiere no identificarse. « Su piso era un 'picadero' , en la que dejaba entrar a gente a 'meterse' y él así también conseguir que le dieran algo», continúa el joven.

Versiones del vecindario

Sobre el agresor algunas personas que se encontraban en el entorno del bloque ayer por la tarde decían que podía ser un tóxicomano de unos 40 años del Polígono de San Pablo «que era un abusón con mucha gente de allí y que presumía incluso de haber matado una vez a un Policía».

En este sentido, sus vecinos de bloque aseguraron ayer este tipo de suceso «se venía venir» porque según contaron había mucho trasiego de gente siempre en la escalera del bloque y «se solían reunir bastantes 'enganchados' en ese piso» . Muchos de los residentes en el mismo bloque dijeron que no habían oído nada de la discusión y que sólo se percataron de lo sucedido cuando escucharon alguien gritar «lo ha matado, lo ha matado» .

Sus vecinos más cercanos, que reconocieron ayer «estar todavía un poco asustados», calificaron a Carlos como «un hombre bueno en general» que estaba enganchado y que se ganaba la vida como podía recogiendo chatarra por la ciudad.

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