El vigilante de la urbanización ratifica que vio entrar a la acusada

El juicio por el conocido como «crimen de La Juliana», del que fue víctima el directivo del BBVA Andrés Toro, contó ayer con el testimonio del vigilante de la urbanización en la que fue perpetrado el asesinato, cuya declaración se considera fundamental para confirmar la presencia de la acusada, Natividad Cantero, en el lugar del crimen. El testimonio, radicalmente contrario al mantenido por la procesada, confirmó la llegada de la mujer a la urbanización, donde no fue anotada su entrada porque la familia así lo había pedido. El vigilante incluso matizó que Natividad tenía el pelo moreno en aquellos días, detalle que coincide con una manifestación que consta en el sumario.

También declararon ayer los hermanos del fallecido, quienes ratificaron que escucharon a Natividad hablar de que tenía una pistola, así como que el matrimonio mantenía disputas por el chalé.