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Urbanismo reclamará a Jürgen Mayer por el sobrecoste de Metropol Parasol

El proyecto del arquitecto alemán resultó inviable por error en la estructura y esto elevó el presupuesto en más de 12 millones de euros

Urbanismo reclamará a Jürgen Mayer por el sobrecoste de Metropol Parasol

JUAN J. BORRERO

La Gerencia Municipal de Urbanismo ha iniciado los trámites para plantear una reclamación administrativa al arquitecto alemán Jürgen Mayer, autor del proyecto Metropol Parasol para la plaza de la Encarnación de Sevilla, por los daños y perjuicios ocasionados a la Administración por la desviación presupuestaria que sufrió la construcción debido a errores de cálculo del proyecto.

Para ello, la dirección de la Gerencia ha solicitado informes a sus servicios jurídicos y contratará próximamente a un técnico para la realización de un dictamen pericial que determine con exactitud el incremento del coste imputable al proyecto y a la dirección de obras, ambos responsabilidad del arquitecto Jürgen Mayer.

Las primeras estimaciones apuntan a que sólo en madera, el cambio de la estructura supuso un sobrecoste superior a los 12 millones de euros, más de un 20% de lo que estimó el autor del proyecto básico.

D Mayer ganó en 2004 el concurso internacional de ideas para el diseño de la reurbanización de la plaza de la Encarnación que incluía la redacción del proyecto básico cuyos honorarios se fijaron en 848.800 euros. El proyecto básico se presentaba al Ayuntamiento en 2005 con un presupuesto total estimado para las obras de 51,2 millones de euros. Aquel proyecto básico llamó la atención en Urbanismo por estar más desarrollado de lo que es habitual o se exige para un estudio de este tipo, entre otros aspectos por dedicar uno de sus cuatro tomos al capítulo de estructuras. Aquellos cálculos se mantuvieron en el proyecto de ejecución con ligeros ajustes con la salvedad de que se especificaría aún más cuando se decidiera la marca comercial y la patente de la madera a utilizar y los condicionantes que tuviera las certificaciones medioambientales exigibles a una cubierta de este material. En el proyecto de licitación se especificaba que la cubierta sería de vigas de madera de diferentes

dimensiones y engarzadas con conexiones metálicas que se montarían en el suelo y se izarían posteriormente.

Cuatro años después, en 2009, la dirección técnica de la obra, que ejecutaba la constructora Sacyr, solicitaba a Urbanismo su aprobación para redactar un proyecto de modificado, el segundo que sufría el proyecto, al «aparecer problemas no contemplados inicialmente» ligados a la complejidad de la tecnología prevista para su construcción que no resolvía satisfactoriamente su ejecución.

En relación a esta petición, la dirección técnica de la Gerencia de Urbanismo, informó que su autorización se justificaba en la necesidad de dotar a la estructura de los parasoles de las condiciones de seguridad necesarias para subsanar una circunstancia «imprevista» como era la detección de «un error en la estructura de los parasoles» que se había previsto tanto en el proyecto básico como en el de ejecución. Sin este modificado la obra se consideraba «inviable».

Aunque el modificado incluyó otros cambios en cuanto a la pavimentación, la ordenación interior de los puestos del mercado, la inclusión de un nuevo centro de transformación eléctrica y hasta la redimensión de las barandillas exteriores por seguridad, como se informó en su día, es el cambio en la estructura el motivo fundamental de la modificación del proyecto, hasta tal punto que los primeros estudios técnicos cuantifican que, sólo en el cambio de la estructura de madera, el proyecto se desvió en más de 12,7 millones de euros.

D El reconocimiento de la «inviabilidad» del proyecto si no se aceptaba su modificación, extremo que fue ocultado inicialmente por el anterior Gobierno municipal, supuso una demora de la construcción además de un considerable sobreprecio. El anterior equipo de gobierno municipal decidió seguir adelante, incluso a pesar de la desautorización por parte del Consejo Consultivo de Andalucía que recomendaba no dedicar otros 30 millones de euros a este proyecto como finalmente aprobó el Gobierno municipal en Pleno. Una vez terminada la obra, la recibió de la constructora y concesionaria del complejo antes de las elecciones municipales del pasado año y se desistió de pedir a ésta las compensaciones que recogía el pliego de condiciones por el retraso de las obras debido a que se consideraba que estos aplazamiento se debieron al error técnico que propició la modificación de la estructura del parasol. Es por eso que ahora el nuevo equipo de gobierno ha decidido iniciar los trámites para pedir

responsabilidades al arquitecto alemán como proyectista y director de la obra al considerar probado que existían errores y deficiencias de diseño porque el proyecto original no era ejecutable tal como estaba concebido y que no medió fuerza mayor o algo fortuito, ni modificaciones imputables al Ayuntamiento o dificultades imputables a la ejecución de la obra, como en principio se quería plantear, que justificara un incremento del presupuesto que sólo en la estructura disparó en más del 20% el presupuesto total de la obra.

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