El Polígono Sur cuenta con unas 165 hectáreas de extensión y unos 60.000 habitantes. De ellos, una gran mayoría son niños y jóvenes y muchos de ellos están escolarizados en los ocho centros de educación infantil y primaria, el centro de educación permanente y los tres institutos de secundaria y bachillerato que hay en la zona.
Es por ello que la residencia universitaria «Flora Tristán», perteneciente a la Universidad Pablo de Olavide y radicada en el Polígono Sur, lleva a cabo, desde hace tres años, la llamada «Recogymka», a fin de que profesores de estos centros que llegan por vez primera así como becarios residentes, conozcan la realidad de este barrio marginal cuyos vecinos, muchos de ellos, luchan cada día para quitarse ese estigma social que les tiene marcados.
En esta nueva edición se han realizado cuatro recorridos distintos por las seis barriadas que componen Polígono Sur, para un grupo de unas 100 personas. Además de participar en la organización, las personas con becas de colaboración de la residencia son las encargadas de dirigir y dinamizar los recorridos, provocando o facilitando la interacción y el aprendizaje de los grupos.
Conocer el barrio donde trabajan
El principal objetivo, como señala a ABC de Sevilla Juan Blanco, director de la residencia «Flora Tristán», es que «tanto los residentes universitarios como los docentes de los colegios que se incorporan a los colegios del barrio conozcan la zona, sus calles y dónde viven sus alumnos, interesándose por el día a día de ellos, sus inquietudes. Se trata de que salgan de las aulas y conozcan la realidad de donde trabajan».
Niños y jóvenes, así como sus padres, además de curiosos del barrio, recibieron a los distintos grupos, representando pequeñas obras de teatros, disfrazados o con las caras pintadas, y enseñando a los profesores sus bloques de pisos y los vecinos. «Es una experiencia maravillosa», añade Juan Blanco, quien considera fundamental, sobre todo para los profesores, que éstos «no conciban la escuela como un sitio cerrado y, a su vez, alumnos, padres y vecinos los perciban como alguien más del barrio».
