Griñán en quince frases marcadas por la contradicción y los cambios de rumbo
Capaz de decir una cosa y hacer lo contrario, las hemerotecas lo retratan como un presidente impredecible
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123456789101112131415«En absoluto me veo como sucesor. Entre otras cosas, porque Manolo Chaves y yo somos de la misma edad»
Por si no lo imaginaban, la frase la pronunció José Antonio Griñán (Madrid, 1946) en diciembre de 2003. El entonces diputado nacional por Córdoba sonaba como pieza fuerte en el equipo del expresidente andaluz, pero él, que presumía de su estrecha amistad con Chaves desde que sus tiempos de estudiantes, se resistía a que su nombre girara en la lotería sucesoria. La frase es plenamente biográfica. Definitoria del carácter voluble e impredecible de un gobernante capaz decir una cosa y hacer después lo contrario. Griñán en estado puro. El desenlace ya es conocido por todos. La edad no supuso ningún impedimento. El exministro de Trabajo asumió la cartera de Economía y Hacienda que le dejaba Magdalena Álvarez. La misma consejería que financió durante una década (2001/2010) la partida de los ERE irregulares y que ha precipitado su ocaso presidencial.
«Llamadme Pepe [...] No me han llamado José Antonio en mi vida» (Mayo 2009)
Todavía no había aterrizado en el Palacio de San Telmo (sede de Presidencia autonómica) cuando decidió cambiar de nombre. «Llamadme Pepe», les pidió a sus correlegionarios en un comité director del PSOE-A en abril de 2009. Después de 19 años ocupando cargos públicos, José Antonio no quería ser José Antonio. Renegaba del nombre que le pusieron sus padres y con el que ha firmado los decretos en el BOJA y algunas resoluciones para aumentar el fondo de los ERE donde nunca habría querido estampar su rúbrica. Como en la célebre obra de Oscar Wilde, su partido vislumbró pronto el filón propagandístico de la importancia de llamarse Pepe, y explotó la vis informal de su apelativo como eslogan del PSOE-A un año después de tomar posesión del cargo: «Con Pepe Griñán, cambiamos Andalucía».
«Estoy contenta. No os riáis, a mí no me importa usar el femenino para que me llamen a mí» (Marzo 2010)
Andalucía no ha vivido precisamente una revolución con su gestión. Hundida en la crisis más profunda, deja 496.300 parados más que cuando llegó a la Presidencia. Pero el ejercicio de «transformismo» político de su cabeza más visible no había hecho más que comenzar. En 2010 el presidente dio otra arriesgada vuelta de tuerca a su identidad. Pepe quería ser ahora «Pepa». «Estoy contenta», espetó a 200 mujeres que acudieron a un acto de campaña para las europeas. El guiño al «lobby» feminista de su partido provocó las carcajadas de la perpleja concurrencia. «No os riáis, a mí no me importa utilizar el femenino para que me llamen a mí», aclaró.
«El que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes en buenos»
Pero sus citas lapidarias no han sido siempre tan inofensivas. Algunas tenían una carga más explosiva que una kalashnikov. Es lo que tiene hablar más de la cuenta: que uno acaba errando la dirección del tiro y le pega un balazo en el pie al mismísimo presidente del Gobierno del propio partido. «Que Zapatero sea malo no les convierte a ustedes en buenos». Fin de la cita. Fue la bomba, involuntaria o no, que soltó al exlíder del PP-A, Javier Arenas, durante un encendido debate parlamentario acerca de los impopulares ajustes auspiciados por el expresidente socialista en contra de su programa electoral. Griñán matizó después que «tendría que haber utilizado el condicional». Ya se sabe que los tiempos verbales los carga el diablo. Pero para entonces el lapsus ya se había convertido en carne de cañón de los titulares de prensa y era motivo de chanza en las redes sociales.
«El PP tiene pocos escrúpulos. Si IU hubiera pedido a Monago que bailara la sardana, habría bailado la sardana» (Julio 2011)
El presidente reprochaba a los populares el entreguismo con IU para asumir la Presidencia de la Comunidad de Extremadura tras las elecciones autonómicas. Lo que no valoró entonces es que unos meses más tarde iba a ser su partido el que se echaría en brazos de IU... y sin haber ganado siquiera las elecciones. Al PSOE no le importó los durísimos calificativos que Valderas dirigió en la campaña contra el PSOE a costa de los ERE.
«Es necesario que se transforme el concepto de demandante de empleo por el concepto de oferente de empleo» (Octubre 2010)
La logomaquia presidencial no conoce límites. Sí hay una frase digna de colgar en un marco, ésa es su propuesta de renombrar a los parados con otro eufemismo menos hiriente. Emulando a aquel personaje de «La colmena» de Camilo José Cela que inventaba palabras y las regalaba en el café a sus contertulios, señaló en un acto con militantes que es necesario que el Servicio Andaluz de Empleo «transforme el concepto de demandante de empleo por el concepto de oferente de empleo». Aquella osada idea no fructificó
«Desgraciados los países que tienen petróleo en sus tierras» (Mayo 2009)
El presidente es aficionado a las frases provocadoras, que buscan una reacción en el oyente. Recién llegado a la Presidencia, durante un encuentro con organizaciones sectoriales del PSOE andaluz dejó perpleja a la audiencia al compadecer a las naciones que ingresan millones de euros con la exportación del crudo. Griñán quería hacer una apología de la educación, resaltando que lo que realmente crea riqueza es el capital humano de un país, pero la frase se entendió regular.
«Oyendo a Carme [Chacón] uno se da cuenta de que en este partido la sucesión siempre está asegurada» (Mayo 2011)
Metido ya en batallas internas, se enfrentó a Alfredo Pérez Rubalcaba y lo perdió apostando por caballo perdedor. En pleno fragor de las primarias, se mojó por la política catalana. La exministra de Defensa era la candidata predilecta del PSOE andaluz, que dirige Griñán: «Con Carmen Chacón, uno se da cuenta de que la sucesión siempre está asegurada».
«Si al coche de un vecino le falta líquido de frenos, pues será el vecino el que deberá solucionar este problema» (Septiembre 2012)
En el caso de los ERE fraudulentos sus evasivas no desmerecen a las del famoso mago Houdini, conocido por sus escapismos imposibles. «Si al coche de un vecino le falta líquido de frenos, pues será el vecino el que deberá solucionar este problema», subrayó en la comisión parlamentaria de investigación cuando le preguntaron por qué ignoró los informes del interventor de la Junta que alertaban de que el procedimiento que utilizaba la Consejería de Empleo era irregular.
«No hay razones jurídicas ni jurisdiccionales para imputar al presidente de la Junta» (Julio 2013)
No se ha cansado de repetirlo. Incluso el día de su renuncia lo reiteró usando la tercera persona: «No sé qué se le puede imputar a José Antonio Griñán». Pese a su autoconvencimiento, por si las moscas mantendrá su escaño en el Parlamento andaluz e irá al Senado para garantirarse la protección del fuero. Si se tiene que sentar ante un juez, pensará, que no sea Mercedes Alaya.
«Un gobierno que no termina su mandato es que tiene algún problema» (Agosto 2011)
Lo que nadie le puede discutirle es que «un gobierno que no termina su mandato es que tiene algún problema», como sentenció cuando Zapatero, superado por la crisis y acuciado por las críticas de su propio partido, se vio forzado a adelantar las elecciones. Que se lo digan a él. Le faltó añadir a Griñán.
«Yo creo que voy a volver a ser candidato si me lo plantea el PSOE. Se lo digo sinceramente» (Julio 2012)
Se presentó para perder las elecciones andaluzas del 25 de marzo de 2012. Contra todo pronóstico, consiguió evitar la mayoría absoluta que auguraban las encuestas al PP y salvaguardar la presidencia pactando con IU. Crecido por este giro imprevisto, cuando todos lo daban por «desahuciado» políticamente, no dudó en presentar sus credenciales para repetir como candidato. Once meses tardó en cambiar de opinión.
«Nunca sé lo que voy a hacer hasta que llega el momento» (Octubre 2012)
Tras pinchar en su apuesta por Chacón, Griñán quiso jugar él mismo la baza de la sucesión. Al ser preguntado por Pepa Bueno en la Cadena Ser, mostró su apoyo a la ejecutiva del partido pero no descartó dar un paso al frente si los compañeros le pidieran que sustituyese a Rubalcaba: «Nunca sé lo que voy a hacer hasta que llega el momento y las circunstancias me condicionarían todo absolutamente». En Ferraz se llevaron las manos a la cabeza. Y Griñán matizó que sus palabras se habían malinterpretado.
«Eso es, eso es, porque tenemos un gobierno estable para poder hacerlo» (Junio 2013)
Pero para cabriola imposible la que protagonizó dos meses antes de dimitir, cuando dio por sentado que agotaría la legislatura. «Eso es, eso es, porque tenemos un gobierno estable para poder hacerlo». Qué le hizo cambiar de opinión de forma tan repentina es un misterio que se guarda para sí.
«A mí me nombraron a dedo, pero abrí el partido a la democracia» (Julio 2013)
En 2009 el entonces consejero de Economía con Manuel Chaves negó que funcionara el método del «dedazo» para elegirlo a él como presidente. Pero la distancia ha modificado su punto de vista. «A mí me nombraron a dedo, pero abrí el partido a la democracia», aseguró en una entrevista concedida a los diarios locales del grupo Vocento. Griñán blasonó del «gesto inédito» de las primarias exprés que han legitimado la sucesión de Susana Díaz. Y, de paso, le da una lección a Chaves al dejar caer que el partido con él no era tan democrático.