Alaya-Anticorrupción, historia de un desencuentro

Las desavenencias entre la instructora de los ERE y la Fiscalía Anticorrupción no son nuevas. Vienen de antiguo . Casi tanto como la instrucción del voluminoso sumario. La novedad es que ni la propia Alaya ni los fiscales encargados del caso lo ocultan ya. El último desencuentro ha sido la gota que ha colmado el vaso cuando la juez arremetía contra el fiscal y la propia María José Segarra tomaba cartas en el asunto mostrando su sorpresa» porque la instructora hubiera utilizado un auto para verter expresiones gratuitas sobre el fiscal que tachaba de «absolutamente ajenas al debate procesal y a la argumentación jurídica que debe presidir una resolución judicial».

Prescripciones. Esa no es la única desavenencia. La primera que se recuerda fue en noviembre de 2010 (cuando aún no se habían incoado las diligencias de los ERE) la Fiscalía ya alertaba de la posibilidad de que los delitos cometidos en Mercasevilla en la trama de delito societario podrían prescribir.

Metiendo prisa . Durante el último año, antes incluso de que Alaya se diera de baja en marzo por cefaleas, Anticorrupción solicitó varias veces que se interrogara a todos los imputados y advirtió de que muchos delitos podrían prescribir. Sobre todo aquellos sobre los que no se ha formulado imputaciones que es lo que hace que la fecha de caducidad se paralice.

Recursos . La Fiscalía ha recurrido autos trascendentales. Sin ir más lejos presentó recurso contra el auto de preimputación de los expresidentes Griñán y Chaves por lo que consideraba una «incorrecta aplicación» de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Tampoco ese fue el único recurso.

Críticas al fondo . También hace unas semanas, criticaba abiertamente el hecho de que la juez no hubiera impuesto fianza a María José Rofa , una secretaria del exdirector de Trabajo. Yhablaba claramente de que lo citado por Alaya «no se ajustaba a la realidad» e incluso la acusaba de no haberle enviado información sobre unos papeles entregados por Rofa.

Desavenencias por las formas . Los fiscales se han quejado ya más de una vez de que son los últimos en recibir las notificaciones del juzgado que le llegan antes al resto de las partes. Y, muchas veces, se enteran por le prensa de lo que decide la juez. El colmo de esa falta de comunicación se produjo la pasada semana cuando Anticorrupción se enteró por los periodistas de las detenciones de la Operación Heracles II e incluso del auto que ordenaba los registros.

Y por los horarios . También por esto han mostrado su enfado porque los representantes del Ministerio Público están « hartos» de esperar a la juez que los cita, junto al resto de las partes, y luego llega hora y media tarde. La batalla continúa.