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Sanitarios andaluces, sin plaza, tres años después de aprobar la oposición

Un total de 126 trabajadores, muchos en paro, no pueden ocupar sus puestos en los hospitales de Loja y Alcalá la Real

Sanitarios andaluces, sin plaza, tres años después de aprobar la oposición ruiz de almodóvar

Luis Javier López

«¿Cómo se puede justificar que paso hambre porque no me dan lo que es mío?» La frase es de Magdalena Martínez, que comparte con sus compañeros la impotencia y la frustración que les ha empujado a hacer pública su denuncia: ejercer el trabajo que les corresponde por la plaza que ganaron en una oposición. Ella, como Raquel, Encarni o Ana, optó a una de las plazas que salieron convocadas por la Junta de Andalucía para cubrir los puestos de los flamantes hospitales de Loja y Alcalá la Real. El esfuerzo que supone superar cualquier oposición no hacía pensar a los aspirantes a estos empleos públicos que este proceso les haría sufrir tanto.

En febrero de 2011 se celebró, en el caso de Loja, la primera prueba, que fue anulada en las categorías de enfermería y auxiliares al filtrarse las preguntas. Se volvió a repetir el examen el 2 de abril, días después de que el expresidente Griñán inaugurara un hospital que tres años después sigue sin disponer de ninguna de sus 22 camas. Tras superar una difícil entrevista psicológica acabó el proceso selectivo en agosto de ese año y desde entonces, nada se supo.

La alegría de estar entre los mejores de una oposición con tantos aspirantes dio paso a un letargo administrativo que se prolonga a día de hoy. Raquel Romero, tras obtener plaza de enfermería, comenzó a sospechar que la incorporación a su puesto iba muy lenta. «Un día vi en la tele a la consejera de Salud –María José Sánchez- diciendo que el hospital de Loja se abriría poco a poco», recuerda. Lo peor vino cuando en el BOJA del pasado 2 de octubre «nos enteramos de que el SAS asumía las gerencias de todas las empresas públicas que gestionan los hospitales». Al no ser todavía empleados del SAS estos opositores temen que sus puestos «los ocupen otros trabajadores que sí están dentro» de esta entidad. «La indefensión es total», denuncia Raquel.

Encarnación Cases, con tres hijos y divorciada, tiene una hipoteca que pagar y la prestación por desempleo agotada. «En cuanto acabe la sustitución que estoy haciendo me quedaré en la calle sin trabajo y con una plaza que es mía y no me dan», resume con angustia. Es la número 3 de la lista de administrativos, la primera a la espera de ser trabajadora fija ya que sus predecesores fueron los únicos que sí firmaron sus plazas.

¿Quién trabaja entonces en los centros de Loja y Alcalá? Actualmente, la mayoría es personal trasladado. Ante ello, estos 126 opositores preguntan: «¿por qué no nos pueden trasladar a nosotros a otros hospitales mientras los nuestros se abren por completo?». Encarni Sánchez expone seguidamente la única respuesta oficial que han recibido de la Consejería de Salud: «no somos empleados del SAS mientras no firmemos la plaza y no podemos acceder a traslado alguno».

Mientras, la Junta ha convocado 569 plazas de acceso libre. «Si no tienen dinero para cubrir nuestras plazas, ¿cómo lo van a tener para más?», pregunta Ana Fernández. «¿Van a seguir convocando plazas fantasma?», añade Encarni.

Entretanto, los hospitales de Loja y Alcalá carecen de todo el personal que debe atenderlos pese a que los dueños de estas plazas laborales superaron una dura prueba, que sigue sin acabar.

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