«Hay gente que rompe las cajas de Coca Cola para buscar la lata con su nombre»

Haciendo honor a su perfil de gurú del marketing, Marcos de Quinto no soltó su copa de Coca-Cola durante la conferencia que pronunció anoche en el Club Antares de Sevilla, organizada por la Fundación Antares Foro.

El presidente de Coca-Cola Iberia captó la atención del auditorio con una exposición llena de sorpresas, en la que no faltaron anuncios emblemáticos , como el mítico del año 1972, rodado en una colina de Roma, en el que «The New Seekers» cantaba «Me gustaría enseñarle al mundo una canción».

Sobre la última campaña de la firma americana, «Yo comparto», que está teniendo un fuerte impacto en el el mercado con sus latas personalizadas con nombres españoles, De Quinto desveló una curiosidad: «Está teniendo muchísima notoriedad. Hay y gente rompe las cajas de las latas en el supermercado, las desbarata para buscar su nombre , lo cual nos genera un determinado conflicto», señala el presidente de Coca-Cola Iberia.

«Es curioso porque en algunos blogs aparece como un gran fracaso de la campaña porque los reponedores estas muy molestos, lo cual es como si alguien dijera que un concierto de una estrella del rock es un fracaso porque los fans les chillan y les empujan a los porteros», señala el ejecutivo de la compañía.

Marcos de Quinto afirma que esta campaña «es un éxito de marketing» y reconoce que el problemas es que «hemos sacado inicialmente solo cien nombres ». «Había un chico llamado Kevin que con un cutter cortaba las latas. Hemos estado a punto de poner un anuncio para decirle: «Kevin, nos vas a generar un problema, te hago una lata a ti pero deja de destrozar el mercado».

El experto analizó los cambios que se están produciendo en el campo del marketing, en el que ya no basta, dijo, con tener una buena marca, sino que hace falta que detrás haya «una compañía con buen ideario» y que opere «en una categoría que no esté denostada». La comida basura , el tabaco o los bancos tienen «graves problemas de percepción», apuntó De Quintos.

«Las emociones son más fuertes que las razones, el marketing emocional ha ganado la batalla», concluyó.