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Teléfonos modulares, el futuro de los móviles

  • Los teléfonos móviles modulares permitirían cambiar componentes por partes cuando uno de ellos se estropee o se quede obsoleto
Javier Santolobo
06/11/2013 - 17:04 h.

Uno de los grandes pero silenciosos problemas que está teniendo el mundo es la generación de basura tecnológica. Resulta difícil reciclar todos los componentes que contiene un ordenador, un monitor, o lo que nos trae a este artículo, un teléfono móvil. Existen enormes basureros repletos de este tipo de desecho a la espera de saber qué hacer con ello. Es por ello que ha nacido el concepto del móvil sostenible, un dispositivo que sea más respetuoso con el medio ambiente y, al mismo tiempo, con los bolsillos de los usuarios.

Google involucrado en el desarrollo de la tecnología móvil modular

Y como no, la compañía más grande del mundo en el terreno de los teléfonos móviles se encuentra investigando esta opción. Se trata de conseguir con el hardware del teléfono lo mismo que con el software, es decir, que al igual que la programación de Android funciona por aplicaciones independientes que uno va adquiriendo para formar su móvil, podría ser posible que un teléfono se forme con piezas independientes que se puedan cambiar. A este objetivo se le ha denominado Proyecto Ara, y está siendo desarrollado por Motorola, compañía adquirida por Google.

Mediante este proyecto, al que se ha unido el fundador de Phoneblocks, Dave Hakkens, una iniciativa que ya estaba involucrado en investigar esta posibilidad de fabricar teléfonos mediante módulos, se pretende crear una comunidad abierta de desarrolladores que tendrán a su disposición el Module Developer´s Kit, es decir, el kit para desarrolladores de módulos. A partir de ahí cada uno podrá intentar desarrollar su tecnología y sus ideas para llevar la idea a buen puerto.

Teléfonos modulares, el futuro de los móviles

Pequeños módulos para conformar un teléfono a nuestra medida

¿Y qué ganamos con eso? Pues es bien sencillo. Imaginemos que tenemos un teléfono modular, y que se nos ha roto la pantalla. Simplemente compramos una pantalla nueva y la reemplazamos, no hace falta tirar el móvil ni llevarlo a arreglar, algo que puede ser incluso más caro que un móvil nuevo. O imaginemos que somos un ejecutivo que habla horas por el teléfono pero que no usa la cámara para nada. Podríamos prescindir de la cámara y utilizar ese espacio para incorporar un módulo de batería más grande y así poder tener más autonomía. Y si queremos un terminal con más memoria memoria RAM, podríamos simplemente reemplazar la que ya tenemos por una de mayor capacidad sin necesidad de deshacernos de todo el móvil.

A nivel individual podríamos hacer teléfonos a la carta, y además  gastar menos dinero cuando queramos mejorarlo. A nivel global estaríamos generando menos basura tecnológica y deteniendo el consumo excesivo de recursos naturales. Todos saldríamos ganando. Ahora sólo queda por ver si es posible.