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Concierto

Manuel Lombo encandila al público de Dos Hermanas en su estreno de «Canción Sentimental»

El cantante nazareno ofreció su lado más intimista acompañado al piano por José Miguel Évora

Manuel Lombo encandila al público de Dos Hermanas en su estreno de «Canción Sentimental»

L.M.

Había ganas de disfrutar y se notó desde el primer instante en el que comenzó el espectáculo. El artista nazareno, Manuel Lombo, volvió este jueves a enamorar a un público fiel que lo arropó en todo momento durante las casi dos horas en las que estuvo sobre el escenario del Teatro Municipal Juan Rodríguez Romero de Dos Hermanas estrenando su nuevo espectáculo «Canción Sentimental».

Sobre un entorno intimista, de luces tenues, y acompañado por el compositor y productor musical José Miguel Évora al piano, Manuel Lombo ofreció un recital de canciones clásicas de las últimas décadas que no dejó indiferente a un público que, impregnado por la emoción del momento, no pudo en muchas ocasiones reprimirse los aplausos en mitad de los temas. Se escuchaban, además, ovaciones continuas al torero de la canción sobre el escenario como «Vamos, Manuel» o «¡Qué bonito lo haces, miarma!».

Se notaba, desde luego, que Lombo estaba en casa. Y es que el artista nazareno tuvo claro desde un primer momento el lugar donde quería estrenar su nuevo espectáculo: Dos Hermanas. Su público, además, supo responderle llenando por completo todas las localidades de un teatro que se puso a los pies del artista.

Y sobre el escenario, Évora marcaba el ritmo de un concierto en el que las ausencias de pausas entre un tema y otro hicieron que el público se introdujera por completo en una atmosfera de intimismo y sensualidad, donde Lombo encandiló a todos con su portento de voz y su estilo personal a la hora de interpretar temas como «Qué sabe nadie» de Raphael, «Hijo de la luna» de Mecano, «Derroche» de Ana Belén o «Lucía» de Joan Manuel Serrat.

No le hicieron falta al artista grandes montajes de luces y decorados para llenar el escenario. Su voz y el piano de Évora fueron más que suficientes para conseguir crear un entorno donde Lombo mostró su lado más personal con un repertorio de temas melódicos. Varios objetos de utillaje le sirvieron, eso sí, para interpretar algunas canciones y reafirmar la presencia del artista sobre las tablas de este escenario nazareno.

Hubo ovaciones durante todo el concierto a las que Lombo respondió al final del espectáculo para dar las gracias a la Delegación de Cultura, a los técnicos del teatro y, especialmente, al público que llenó cada una de las butacas del auditorio a quienes Lombo agradeció su fidelidad ya que «no hay ni una vez que me vaya de Dos Hermanas sin decir gracias por hacerme profeta en mi tierra». Este viernes por la noche, el artista vuelve a repetir en el teatro nazareno con las entradas agotadas. 

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